Son seres que se miran con indiferencia
por los harapos roídos que les cubre la piel
y el temor que reflejan con su apariencia…
pero lo que nadie sospecha,
es que en esa humilde apariencia
hay un DIOS haciendo presencia.
¡Los habitantes de la calle!
Llevan
surcos profundos
en
sus miserables humanidades,
surcos
marcados por la dureza
del
destino que escogieron
o/ al
que se vieron obligados
a
fuerza de no emplear la razón,
perdidos
en los laberintos
del
consumo… apurando sin control
las
copas repletas de ambrosia,
copas
que pronto se quedaron vacías
por
el infortunio de una mala decisión
que
los llevó a la ruina,
a
quedarsen con las arcas vacías.
Hay
quienes no se repusieron de su quebranto
y
a la calle fueron a parar de rato en rato.
Otros
desgajando como racimos las amarguras,
los
dolores del corazón en lenta agonía,
por
las desilusiones sufridas de mal de amores.
Otros
ni siquiera conocieron el amor,
sólo
el abandono y la orfandad
de
aquellas personas que no les quisieron amar...
y
llenos de rencor se perdieron en las lejanías
de
la amargura y la desilusión.
Otros
con sus hogares felices,
hogares
bien constituidos,
se
dejaron arrastrar
por
el vicio de la droga maldita;
La
droga que asesinó sus mentes,
la
que embruteció sus sentidos,
les
hizo palidecer el alma,
los
convirtió en seres inertes
tirándolos
al abismo de la fatalidad.
Otros
menos afortunados
son
los que abandonaron
en
una cuna de asfalto,
sin
posibilidades de elegir
una
cuna en un hogar feliz…
¡Estos
son los niños de la calle!
los
que maduraron a golpes
y
se hicieron grandes a destiempo,
les
robaron la inocencia
y
el derecho a vivir su infancia,
el
derecho a unos padres, hermanos,
tíos,
abuelos y a una estancia.
¡Los
habitantes de la calle!
no
tienen con quien soñar,
sus
sueños son oscuros
sumergidos
en una
oquedad
sombría.
Su
nostálgica mirada
esta
pérdida ausente de recuerdos
no
tienen en el alma
recuerdos
de un hogar.
Sus
manos mugrientas
llenas
de grietas,
no
conocen el jabón,
no
conocen la caricia,
ellas
sólo desenredan las marañas
que
tejieron en la desolación.
¡Los
habitantes de la calle!
Sólo
esperan las sombras de la noche
para
refugiarse en su melancolía.
Todos
los días son iguales;
no
tienen fecha en el calendario
ven
pasar el tiempo sin prisa,
todo
les da igual, lo mismo dá
que
esté de noche o que esté de día.
¡Los
habitantes de la calle!
no
tienen ilusiones, no tienen amores,
no
tienen brazos que los esperen al llegar.
Van
sin rumbo a donde el destino les lleve
con
la soledad, que para ellos es su compañía.
Su
lento andar los va llevando por la vida
sin
ninguna preocupación, no dejan atrás dolor,
para
el dolor no hay medicamento alguno,
han
aprendido a vivir con él y a llevarlo acuestas,
como
también el hambre que los acosa y desespera
les
retuerce el intestino… pero al no haber alimento
se
ven obligados a comer mendrugos de pan
que
deja el rico caer en el desván de algún hotel.
¡Los
habitantes de la calle!
son
seres que se miran con indiferencia
por
los harapos roídos que les cubre la piel
y
el temor que reflejan con su apariencia…
pero
lo que nadie sospecha,
es
que en esa humilde apariencia
hay
un DIOS haciendo presencia.
Como Servir :
Como Servidor Orante:
Poniendo ante el Señor al servicio de su obra, los carismas de intercesión y petición, para sostener el trabajo material y la providencia del buen Dios.
Como Servidor Laborioso:
Participando en algunos de los puntos de labor material o espiritual.
Como Servidor Mensajero:
Dando a conocer y difundir la comunidad y sus obras, el carisma y sus necesidades, atrayendo corazones amorosos al Servicio de Señor.
Como Servidor Providente:
Llamados por Dios a compartir de los bienes venidos de Él, aportando económica y materialmente cada mes para el sostenimiento de la comunidad y sus obras.
Como Donar :
Donaciones en especie
- Alimentos perecederos y no perecederos para el sostenimiento de los comedores.
- Chocolate, leche o pan de hamburguesa para el servicio en los patios con los habitantes de la calle
- Elementos de tecnología, para la construcción de espacios informáticos
- Bienes materiales o enseres que puedan servir a las familias y personas beneficiadas con las obras
- Algún otro elemento en buen estado
Debe adjuntar un avalúo por el valor de la donación, para efectos tributarios
Donde estamos En Colombia:
COMO DONAR :
Donaciones Monetarias:
Otro mecanismo es por débito automático a través de la cuenta de cada donante, en convenio con Bancolombia, cada mes se descuenta de la cuenta el valor aprobado por el debitante, este proceso se realiza por el tiempo que la persona lo desee.
Proceso a seguir
- Diligenciar el formato por el cual se autoriza el débito automático, el donante elije el monto y el tiempo de duración del aporte
- Hacer llegar el formato a la casa Matriz, cll 22D # 17-48, Barrio Santa Fé (Bogotá). TeleFax. 2827609
- Una vez diligenciado y entregado se inicia el debito automático a partir del siguiente mes de la entrega
- Por el tiempo que la persona haya elegido se debitará mensualmente el aporte a la comunidad
También Puedes Hacer tus Donaciones Monetarias, desde cualquier parte del Mundo.
Recuerda :
Hazte Rico en el Cielo Haciendo Obras de Misericordia En la Tierra Con el hermano Necesitado.
La descomposición Social del Mundo comienza en los corazones egoístas que solo piensan en llenar sus graneros y cuentas bancarias y poco piensan en la Justicia Social con los mas débiles y desprotegidos por cualquier causa de abandono o desarraigo social causa de su estado de debilidad o ignorancia religiosa o cultural, falta de oportunidades y violencia social a pueblos Naciones y personas.
Hoy con este mensaje comienza tu a mirar desde el fondo de tu corazón como vas a rendir cuentas a Dios todo poderoso el día de encuentro con el.
¿Pregúntate si Tu según los dones y talentos recibidos los multiplicaste en bien de la sociedad y de tu hermano mas necesitado?.
Recuerda :
Hazte Rico en el Cielo Haciendo Obras de Misericordia en la Tierra con el hermano Necesitado.
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