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martes, 27 de mayo de 2014

El Espíritu de la Verdad...

....el Espíritu de la  verdad, 

os guiará hacia la verdad completa. 
y os comunicará las cosas venideras." 
(Jn. 16, 12-13).


... "Muchas cosas tengo aún que decirles, 
pero no podéis llevarlas ahora; 
pero cuando venga Aquél,

Ahora leamos este otro pasaje evangélico de S.Juan
 "Si os he hablado de cosas de la tierra y no creéis, 
¿cómo creeríais si os hablase de cosas del cielo?" 
(Jn. 3, 12)

Esto nos muestra cómo Jesús, quería hablarnos de cosas celestiales que en ese tiempo no íbamos a comprender ni creer, pues el hombre empezaba apenas a entender quién era Jesús.

Pero nos dijo que el Espíritu Santo nos iba a guiar hacia la verdad completa y nos iba a comunicar las cosas que han de venir:
 El Reino de Dios.

Este crecimiento gradual de la Iglesia en el conocimiento de Dios lo podemos notar en lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

"La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada.

Corresponderá a la Fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos." 

Jesús, vino a darnos a conocer el Reino de Dios, el Reino de su Voluntad, donde Él reine completamente, donde se haga la Voluntad de Dios, "aquí en la tierra como en el cielo", es decir, de un modo perfecto, teniendo los mismos pensamientos de Cristo, la misma Voluntad de Dios operante en cada uno de nuestros actos.

Por eso nos mandó en el evangelio a ser perfectos. 

Si realmente queremos hacer la Voluntad de Dios aquí en la tierra como en el cielo, debemos conocerlo. 

Conocer todo lo que nos quiere dar para hacerlo sumamente feliz, conocer lo que nos ha dejado para llegar a vivir en el Reino de Dios, que bien se le podría llamar: 

el Reino de la Divina Voluntad. 

Debemos conocer cómo era la vida de Adán y Eva antes del pecado, pues a ese estado estamos llamados. 

Conocer cómo era la vida interior de María, la nueva Eva, que vivió perfectamente en la Voluntad de Dios, y es nuestra modelo; conocer lo que Jesús, nuevo Adán, hacía en su interior, para hacerlo también nosotros, unidos a Él. 

Dios tiene un inmenso deseo de que se viva en 
su Voluntad y si te la está dando a conocer es
 porque quiere que vivas en ella. 

Debemos corresponder a esa gracia que Él, 
nos está dando y pronunciemos nuestro 
"Fiat", 
"Hágase la Voluntad de Dios" 
Aquí en la tierra, como en el cieloaquí en mi tierra
en mi Alma, 

como se hace en el cielo.

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Fuente: 
www.iterindeo.blogspot.com
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jueves, 22 de mayo de 2014

Revelaciones de un Alma en Gracia....

"La Fuerza y el   Poder  y la obra de la Palabra revelada de forma verbal o  escrita, debe tener valor solo por  la Luz y el Amor del que la inspiro "Dios" 
y no por el autor que la escribe o pronuncia."

"Por ello toda palabra obra o acción buena de toda persona es inspirada solamente desde nuestro interior y revelada por Dios, 
esto solo obedece a las mociones del espíritu bueno que habita en nosotros"

Recordar siempre: El que hace la obra buena, el que dice la palabra y el que alaba al padre en la humanidad del prójimo a travez de las obras buenas es y solo sera "Dios" 
nosotros somos solo el instrumento o el canal por el cual Nuestro padre se sirve para continuar su obra "principio" y terminar su creación "Finalidad de la creación"

"Somos barro en la manos del mejor alfarero."

Después de la soberbia  y el error de los ángeles caídos, se estableció otra fuerza segunda en el universo la del mal contraria a la del Bien Absoluto que es la Fuerza primera, las fuerzas del mal  se  manifiestan en todo el plano material incluyendo al hombre, y  consisten en tentaciones, permanentes que invitan  al ser humano  a desobedecer las leyes de la creación.

Esa insinuación permanente se le denomina Tentación, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, por consiguiente goza  de su gracia el Bien absoluto en su interior  por eso Dios lo Amo primero lo doto con los medios necesarios para resistir con su ayuda a las insinuaciones o tentaciones de las fuerzas del mal  o ángeles  caídos.

Uno de los grandes tesoros que Dios otorgo al hombre es su libre albedrio, es que pueda elegir claramente entre seguir una insinuación o tentación o elegir aceptar el Camino  de cumplir las las leyes de la creación desde su inicio el Bien absoluto, el Amor a Dios, al Prójimo y la Creación.

 El tiempo juega un papel importante en la vida del hombre por que con el, al transcurrir el día a día el hombre perfecciona su pensamiento su racionalidad, y con la ayuda de la gracia va despertando y entendiendo cada vez mas en su interior cual es el verdadero sentido de la Vida, de Dios, de sus Leyes.

Además que el Identificar cual es  el Camino correcto que debemos elegir a diario para ser feliz en este mundo material y poder alcanzar nuestro nacimiento a la vida eterna.

Cuando el hombre de hoy hace a un lado el Camino del Bien en todo su sentido, a través  de sus malas decisiones, actos, pensamientos etc., en parte  y gran medida es por que experimenta una tentación sugerida por la fuerza del mal que lo vence.

El Amor es La semilla del Bien absoluto, que todos llevamos dentro y esa  gracia que es superior  a la Fuerza del mal,  esa semilla del bien perdurara y triunfara hasta el final de los tiempos por que así se decreto desde antes del inicio de la creación y de la existencia del mal.

Antes de la existencia del mal todo era bien absoluto, por ello el creador de todo lo espiritual y material, al tener una inteligencia infinitamente ilimitada en sobreabundancia de Amor pudo precaver cual seria la forma de combatir  contra cualquier fuerza que se creara después de realizar la obra creadora.

Dios al tener el conocimiento infinito y conocer la profundidad de lo antes mencionado puedo claramente decretar que  toda fuerza creadora de Bien Absoluto primera estará siempre hasta el final de los tiempos por enzima de una fuerza del mal segunda resultante de una primera creación absoluta.

El anterior principio se puede esclarecer y dar forma retornando al pensamiento de la existencia de creación primera y todo lo que este después de esa creación primera será inferior en conocimiento y fuerza y deberá depender exclusivamente del creador, recordando palabras como

Te basta mi gracia (2 Cor.12,9)


"Todo lo puedo en Aquél que me conforta". Con El no hay posibilidad de fracaso, y de esta persuasión nace el santo "complejo de superioridad" para afrontar las tareas con espíritu de vencedores, porque nos concede Dios su fortaleza.

Buscad primero el reino de dios y su justicia (Mateo 6:33).

Nadie será tentado por encima de sus propias fuerzas..


Jesús dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6)

.Jesús exclamó: venid a mí los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. (Mateo 11,28-30)
Todo el que pide recibe… (MATEO 7:7-11).

Con todo lo anterior se puede concluir que Dios protege su creación, sabe cual es su destino, a cada persona le dará siempre los medios necesarios para lograr las metas propuestas antes de la creación además esta atento a retribuir y recompensar de manera clara y precisa los esfuerzos que debe hacer el hombre en su caminar terreno para rechazar la fuerza del mal que habita o ronda como se quiera entender  para que el hombre no cumpla su finalidad para lo cual fue creado  que es y será por siempre ser feliz desde el inicio de su existencia.

El hombre tiene la capacidad voluntaria y racional en mayor o menor medida según lo decreto nuestro padre  a cada hombre de determinar cual es el rumbo de su felicidad.

 La felicidad debe ser el objeto y resultado de todo hombre naciente al habitar la vida presente, por consiguiente allí realiza las fuerzas del mal todo su  obra, el creador lo sabe y por consiguiente le ha dado medios, dones, gracias, le da avisos además que le perdona u olvida o mas bien entiende su limitación su incapacidad y poco a paco le deja al hombre de ayer de hoy y del mañana experimentar desde lo mas profundo de su ser ese combate de esas dos fuerzas del bien y del mal.

Recordar siempre que las leyes del bien perduraran y perseveraran por encima de las del mal en cada acontecimiento personal, grupal, de pueblos y naciones a través de todos los tiempos.

Entendiendo lo anterior el tiempo, le dará al hombre, el conocimiento del creador y su propósito al inicio de la creación, y Dios con su creación saldrá vencedor, prevalecerá y tendrá dominio eterno sobre todas las cosas materiales y espirituales del universo infinito y por siempre, aun teniendo en cuenta de la limitación del hombre como ser finito en cuerpo en espacio, y tiempo, además que su limitación en conocimiento.

 Al hombre le llega  el Conocimiento

Primero por el conocimiento revelado por Dios al hombre de las verdades eternas y de fe,  por cualquier forma y medio.


Segundo el  conocimiento  racional que corresponde al esfuerzo que realiza toda persona por su libre albedrío por saber y entender las verdades absolutas que rigen la creación incluido al hombre mismo y que Dios permite que lo logre.

La vida del hombre en todo su contexto tiene una predestinación sujeta a un camino del seguimiento de las leyes del bien y del mal.

Somos coocreadores del bien y también seremos coocreadores del mal, hay que diferenciar Dios rige las leyes del Bien y permite por su voluntad permisiva que se desarrollen en notros las leyes del mal si nosotros lo permitimos y nos falta su gracia.

Como decir y explicar que el mal se creo solo?
Hubo una creación primera del bien en todo su contexto con exigencia o decreto de cumplimiento de las leyes del Bien,

Si algo que fue fruto de esa creación no cumple por su propio albedrío esa ley del bien, se crea entonces una ley segunda del mal que tendrá como fin u objeto la destrucción en el tiempo futuro mismo de todo lo creado por las leyes del mal.

El seguimiento de las leyes del mal nos inhabilita temporalmente el acercamiento a las leyes del bien o su cumplimento en este caso mencionamos al hombre, digo inhabilita temporalmente por que para ello Dios estableció a través de la historia del hombre tanto en el antiguo testamento como en el nuevo  y a través de su venida y muerte de cruz para redimir al genero humano de toda mancha de pecado,  justificándonos en la cruz.

Prometiéndonos la vida eterna como al buen ladrón y dejándonos los medios necesarios para la reconciliación como lo es la institución del sacramento del perdón o reconciliación, para que podamos cada vez recomenzar de nuevo con su ayuda pero con nuestro deseo.

El que dicta la ley, la promulga, la expone, el autor de ella no podrá en ningún momento de la creación violar su propia ley como es:
Perdonar a los que le ofenden…
Perdonar setenta veces siete…
Poner la otra mejilla…
 Amaras al prójimo…
Tanto amo Dios al hombre que mando a su Hijo al mundo no para juzgarlo si no para Salvarlo.
No se puede decir amen al prójimo, perdónenle PERDONEN LO sin que Dios
  primero no lo haga con nosotros.

Como complemento a lo anterior se puede decir que las leyes del mal no crean o destruyen, sino que disipan, entorpecen, tergiversan, nublan, impiden temporalmente la ley primera de la creación absoluta que es y será la del Bien absoluto, Incluido al hombre y su acercamiento a la fuente misma de donde nació o partió algún día de Dios.

 Por  que al fin y al cabo lo que importa es nuestro acercamiento hacia Dios en esta vida y en la otra, de lo cerca o lejos que estemos del creador será nuestro gozo y felicidad  o el entendimiento de la tierra prometida.

Expuesto todo lo anterior podemos concluir que al final de los tiempos de personas, pueblos, naciones, hasta que Dios lo decrete que, prevalecerán las leyes del bien en todo el contexto de la palabra y eso incluirá al hombre sus planes y su felicidad.

Reinara  entonces la tierra prometida la felicidad y el amor en todo su esplendor

Identifiquemos las fuerzas del mal, y todo lo que nos aparte del Amor y la felicidad
y saber de una vez por todas por que no podemos gozar de la tierra prometida
por causa de la angustia, el desamor la infelicidad, el egoísmo, y la soberbia.

Angustia es contrario a felicidad, y egoísmo contrario al amor y para rivalizar estas dos fuerzas ponemos en el tapete la soberbia que no es mas que la intención plasmada en el hombre o consentida por el hombre por insinuación de las fuerzas segundas del mal, ángeles caídos de revelarse contra toda norma de amor absoluto que rige la creación entera.

La pelea es dura pero entre comillas pelea para nosotros los seres humanos por que para Dios esta todo claro, el solo busca el bien de su creación, dará, justificara y ayudara por medio de la gracia y los sacramentos y su infinita misericordia la incapacidad del hombre en todo sentido por alcanzar la felicidad.

Por ello para poder alcanzar la felicidad se debe renunciar al propio yo,  darle cabida al Dios verdadero que rige la naturaleza creada incluido al hombre y por libre albedrío dejar reinar en nosotros después de combatir a diario contra el enemigo de nuestra felicidad a las leyes del Bien absoluto que es el Amor.

Todos experimentamos y hemos experimentado en mayor y menor mediada lo anterior en nuestra vidas, la dura batalla del bien y del mal.

Siempre seremos felices y gozosos, y seremos premiados en esta vida con la paz en nuestro interior cuando terminemos aceptando y cumpliendo en mayor medida las leyes del Bien.

Leyes del Bien se pueden entender como Mandamientos de la ley de Dios, como Leyes del Amor practicado sin egoísmo o sea Amor Puro y desinteresado a toda la creación,  o como se dejo dicho y escrito a través de los evangelios narrados siguiendo El Camino, buscando la  Verdad y viviendo la verdadera vida la vida en Cristo Jesús.

Para vivir la Vida plena llena de gozo y de felicidad se debe aceptar al creador, sus leyes esforzándonos día a día por cumplirlas, identificar y rechazar las leyes segundas del mal para que con ella reine en nosotros la paz y el amor hacia nosotros mismos, hacia Dios y hacia la creación entera incluida al hombre .
La tierra prometida por Dios desde
 nuestra Creación

Es y será solo una realización de  vida personal donde reine el Amor  de Dios, hacia Dios y al prójimo, después de combatir cada segundo contra las fuerzas del mal que quieren todo lo contrario y reitero que no seamos felices.

Como lograr ser felices en esta vida sabedores  que muchos hombres  tienen todavía mucha carencia de creencia en un ser supremo?

Como ser feliz sabiendo que a diario somos tentados por unas fuerzas superiores a nosotros?

Como ser felices teniendo en cuenta que no tenemos mucho de conocimiento material espiritual y de Dios mismo para responder debidamente a seguir ese Camino?

A estos interrogantes y muchos mas que saltan a la vista y que seria extenso mencionar en este momento, le respondo de la siguiente manera recordando los evangelios y el artífice de ellos a Jesús.
Te basta Mi gracia…

Se le exigirá de acuerdo a lo que se le confió…

Nadie puede ser tentado por encima de sus propias fuerzas…

Y la mas bella Todos somos hijos de Dios…

Recordemos  tenemos su sello su aliento, así no practiquemos o estemos afiliados a ninguna religión o nos declaremos ateos, recordad siempre llevamos su sello su aliento su gracia,  nuestro Padre Dios  lo sabe, deja la puerta abierta para que esas personas en todo su caminar Terreno sigan un Camino  de una forma innata en ellos desde su creación personal ese camino es el del bien la bondad y el Amor.

Y todo solo por ser Hijos de un Creador.

Un ateo Ama, un hombre de cualquier cultura, religión, raza, nación o pueblo ama a su hijo  a su perro a su entorno, a su padre o madre a sus amigos, el saber o experimentar el Amor en mayor o menor medida en el y a su vez irradiarlo a otros  estará cumpliendo con la finalidad para lo cual fue creado Amar.

La persona tentada que consiente el mal 
dice no ser amado o no amar a nadie estará abandonada de Dios?

No, el por que? , es claro,

El protagonista de los evangelios Jesús, expuso claramente y de diversas maneras un ejemplo y es el mas fácil que recordamos en la parábola del Hijo prodigo.

El recordar este bello pasaje nos invita a entender claramente que el hombre busca por todos los medios materiales la felicidad en esta vida, se mete por caminos que el hombre cree ser feliz y tarde o temprano termina entendiendo por su libre albedrio que su felicidad no estaba en ese camino.

Si hiciéramos el ejercicio de preguntar a cada persona de la humanidad que si desviándose del camino del Bien, ha encontrado felicidad la respuesta estoy seguro seria que no la ha encontrado.

Entre mas haya consentido y elegido las leyes del mal mas infelicidad habrá sentido en su corazón y por consiguiente su vida en  la Tierra prometida por
 Dios fue y será un desastre.

Concluyendo, recordad Siempre Yo soy El Camino La Verdad y la Vida, como segunda medida, nuestro señor Jesucristo En sus ultimas palabras en la cruz cuando dio su vida por nosotros exclamo de primera mano :Padre perdónales por que no saben lo que hacen.

El, nos justifico, les reitero El, siempre estará atento a justificarnos a perdonarnos a entendernos a auxiliarnos, a lograr nuestra salvación, necesita solo de nuestro consentimiento que pensemos por un solo momento que queremos escoger y por que motivos no somos felices y que le pidamos que no nos apartemos de su lado. Y el de Nosotros, como los discípulos de Emaús: Señor quédate con nosotros.


”Nadie puede servir a dos señores a Dios y el Dinero, mas amara uno y aborrecerá al otro”

”Ve y vende todo lo que tienes y sígueme le responde Jesús a Joven Rico que le pregunto que tenia que hacer para ganar la vida eterna. 
y ser feliz”

La Tierra Prometida.
Recordando el buen ladrón que hasta en el ultimo momento en esta vida  tuvo la oportunidad de escoger que camino elegir si la tierra prometida de la vida eterna de gozo  que era lo único que le quedaba solo por reconocer desde lo mas profundo de su ser al buen Jesús, con humildad,  por que la tierra prometida que ya había tenido en esta vida mortal ya la había malogrado.

Nosotros rechazando toda norma de piedad de bondad de amor y de temor  de Dios tendremos una  vida de intranquilidad y de tristeza ya en esta vida y por consiguiente de muerte a la vida eterna donde careceremos también de gozo y felicidad y sentiremos tristeza profunda e  inmensa el saber que no podemos acceder a recobrar la oportunidad que tuvimos de ser feliz en esta vida y que por consiguiente perdimos también la eterna. Como le sucedió en la parábola que Jesús expuso de lázaro y el rico opulon 
(Lucas 16, 19-31)

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martes, 20 de mayo de 2014

La paz os dejo, mi paz os doy...


Jesús, me dejas tu paz.
«Mi paz os doy.»
¿Cuál es esa paz?
«No os la doy como os la da el mundo.»
 

  
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo.

 No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 

Habéis escuchado que os he dicho: Me voy y vuelvo a vosotros. 



Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. 



Ya no hablaré mucho con vosotros, pues viene el príncipe del mundo; contra mi no puede nada, pero el mundo debe conocer que amo al Padre y que obro tal como me ordenó. ¡Levantaos, vámonos de aquí!»

(Juan 14, 27-31)


Jesús, tu paz no es la paz del mundo:
 no es ausencia de dolor, ausencia de sacrificio.

¿Qué es tu paz? 

Tu paz es plenitud de sentido en todo: alegrías, sufrimientos; es darse cuenta de que vale la pena cualquier esfuerzo si se hace por amor.

Tu paz consiste en buscar la felicidad en el amor, que es darse, 
y no en el egoísmo, que es buscarse a sí mismo.

«No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.»


Si pongo mi felicidad en amar a Dios, ¿qué me va a acobardar, 

qué me va a quitar la paz?

Si me doy cuenta de que soy hijo de Dios, 

Si pongo mi confianza en El porque sé que me quiere y se preocupa de mí, ¿qué dificultad no podré superar?


«Viene el príncipe del mundo; contra mí no puede nada»


Jesús, quedan pocas horas para tu muerte, que es la hora del príncipe de este mundo, del demonio.


Pero Tú eres más fuerte, y me vas a rescatar del poder del demonio precisamente con tu sacrificio en la Cruz.


«La victoria sobre el «príncipe de este mundo»



 se adquirió de una vez por todas en la Hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte para darnos su vida» 


Esto también es un motivo de paz: puedo superar todas las tentaciones del demonio con tu ayuda, con la ayuda de la gracia que me has ganado en la cruz y que recibo en los sacramentos; todo lo puedo,
si me apoyo en la oración.


Por eso, tu primer saludo después de la Resurrección vuelve a ser de paz: «La paz sea con vosotros» (Juan 20,19).


 «¡Cómo vas a salir de ese estado de tibieza, de lamentable languidez, si no pones los medios! 

Luchas muy poco y, cuando te esfuerzas, lo haces como por rabieta y con desazón, casi con deseo de que tus débiles esfuerzos no produzcan efecto, para así auto justificarte: para no exigirte y para que no te exijan más.


-Estás cumpliendo tu voluntad; no la de Dios. 

Mientras no cambies, en serio, ni serás feliz, ni conseguirás la paz que ahora te falta.


-Humíllate delante de Dios, y procura querer de veras».

Jesús, a veces quiero conseguir la paz a base de equilibrios: contentar un poco a todo el mundo, a Ti y a mis gustos.

Pero ese equilibrio es inestable, y se acaba rompiendo una y otra vez: Tú me pides más, y yo no quiero lo suficiente como para dártelo; o, a la hora de hacer un propósito, se me olvida o no puedo.


¿Qué me pasa?


Me pasa que estoy cumpliendo mi voluntad, no la de Dios.


Jesús, me pasa que lucho muy poco y acabo no haciendo tu voluntad sino la mía.

Me doy cuenta de que esto me ocurre porque no te quiero de veras, porque me da miedo darme más, porque creo que si me olvido de mí -de mis comodidades y mis gustos, de mis inclinaciones, de mis necesidades, de mi tiempo- perderé la paz y la alegría.

En el fondo, me falta fortaleza para exigirme y acabo justificándome con cualquier excusa.


«Mientras no cambies, en serio, ni serás feliz, 

ni conseguirás la paz que ahora te falta.»


Jesús, Tú me has dado una paz distinta, una paz que no es como la da el mundo; una paz que requiere lucha, lucha contra uno mismo, esfuerzo, sacrificio.


Pero esa paz y esa felicidad, son una paz y una felicidad mucho más profundas y estables, pues no se apoyan en las circunstancias externas siempre cambiantes, sino en hacer la voluntad de Dios, que es quien sabe lo que más me conviene en cada momento.


Ayúdame a que también yo pueda decir:

«El mundo debe conocer que amo al Padre y que obro
 tal como me ordenó.»

Mi paz os dejo 



El temor y la vergüenza que pesaban sobre los Apóstoles por haberse comportado con cobardía durante la Pasión se disipan cuando el Señor se les presenta después de la Resurrección y les dice ¡Pax vobis!, 


la paz sea con vosotros (Juan 20, 19-21). 



De esta forma –a través del saludo, de su expresión acogedora- se ha vuelto a crear el ambiente de intimidad en el que Jesús les comunica su propia paz. 



A lo largo de los siglos los cristianos supieron impregnar de sentido sobrenatural las formas de saludo para hacer el bien y signo externo de una sociedad que tenía el corazón cristiano. 



Nos puede ser de gran utilidad para la propia vida interior poner un especial empeño en mantener y vivificar el sentido cristiano del saludo y de las despedidas.



 ¡Cuántas veces las tinieblas de la soledad, que oprimen un alma, pueden ser desgarradas por el rayo luminosos de una sonrisa o de una palabra amable! 

 El desear la paz a los demás, el promoverla en nuestro alrededor es un gran bien humano, y cuando está animado por la caridad es también un gran bien sobrenatural. 

Una condición para comunicar la paz es tenerla en nuestra alma, es señal cierta de que Dios está cerca de nosotros.

 Es un fruto del Espíritu Santo. El Señor nos ha dejado la misión de pacificar la tierra, comenzando por poner paz en nuestra alma, en nuestra familia, en el lugar donde trabajamos, y consiste, no en la ausencia de riñas, sino en la armonía que lleva a colaborar en proyectos y en intereses comunes.


El sabernos hijos de Dios nos dará paz firme, 

no sujeta a los vaivenes del sentimiento 
o de los incidentes de cada día. 

El deseo sincero de paz que el Señor pone en nuestro corazón nos debe llevar a evitar absolutamente todo 
aquello que causa division,
y desasosiego.


 Acudamos a la Virgen nuestra Madre,
 la Reina de la paz,
 para no perder nunca la alegría y la serenidad. 

Reina de la paz, 

¡ruega por nosotros!

Así sea.

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