Al copiar este articulo favor conservar o citar este link.
María, Madre mía, tú fuiste la primera que vivió el camino de la Cruz. Tú
sentiste cada dolor y cada humillación. No tuviste miedo de las burlas de la
multitud. Tus ojos estaban en Jesús y su dolor. ¿Es ese el secreto de tu
misteriosa fortaleza? ¿Cómo es que tu corazón amoroso cargó con tal carga y tal
peso? Mientras lo veías tropezar y caer, ¿eras tú torturada por la memoria de
todo lo pasado -su nacimiento, su vida oculta y su ministerio-?
Estabas tan
deseosa de que todos lo amasen. Qué angustia el ver a tantos que lo odiaban
-con una furia diabólica-. Toma mis manos mientras yo recorro este camino de la
Cruz. Inspírame con esos pensamientos que me harán darme cuenta de cuánto Él me
ama. Ilumíname para aplicar cada estación en mi vida diaria y recordar las
necesidades de mi prójimo en este camino del dolor.
Dame la gracia
para comprender el misterio, la sabiduría y el amor divino mientras voy de
estación en estación. Haz que mi corazón, así como el tuyo, pueda ser
traspasado por la contemplación de su dolor y su miseria, y que pueda
comprometerme a nunca más ofenderlo de nuevo. Qué precio pagó Él para cubrir
todos mis pecados, para abrir las puertas del Cielo para mí y llenar mi alma de
su propio Espíritu. Dulce madre, déjanos recorrer este camino juntos y concédenos
que el amor de mi pobre corazón pueda darle algún frágil consuelo.
Amén.
Primera Estación: Jesús es Condenado a Muerte
Jesús mío, el
mundo todavía te tiene enjuiciado. Te sigue preguntando quién eres y por qué
pides lo que pides. Te pregunta una y otra vez la pregunta si Tú eres el Hijo
de Dios, y ¿por qué permites al mundo estar en el estado en que está? ¿Por qué
eres tan silencioso?
Aunque la
arrogancia del mundo me enfade, debo admitir silenciosamente que en las
profundidades de mi alma, también tengo estas preguntas. Tu humildad me frustra
y me pone incómodo. Tu fuerza ante Pilatos como si hubieses bebido
profundamente del poder del Padre, me da la respuesta a mi pregunta: la
Voluntad del Padre. El Padre permite muchos sufrimientos en mi vida pero todo
es para mi bien.
Si tan sólo pudiera también estar silencioso ante el juicio mundano -firme en la fe cuando todo parece perdido-, tranquilo cuando soy acusado injustamente -libre de la tiranía del respeto humano-, listo para hacer la voluntad del Padre sin importar cuán difícil sea.
Si tan sólo pudiera también estar silencioso ante el juicio mundano -firme en la fe cuando todo parece perdido-, tranquilo cuando soy acusado injustamente -libre de la tiranía del respeto humano-, listo para hacer la voluntad del Padre sin importar cuán difícil sea.
Silencioso
Jesús, danos todas las gracias que necesitamos para sobrellevar las burlas del
mundo. Dale a los pobres la fuerza para no sucumbir ante su privación y ser
siempre conscientes de su dignidad como hijos de Dios. Concede que nosotros no
sucumbamos a la mutilante enfermedad de la gloria mundana y estemos dispuestos
a ser privados de todas las cosas en lugar de perder tu amistad. Jesús mío,
aunque nosotros somos acusados diariamente de ser necios, deja que la visión de
la Dignidad Tranquila hallada antes que la Injusticia Monstruosa, nos dé a
todos el coraje para ser tus seguidores.
Amén.
Segunda Estación: Jesús Lleva Su Cruz.
¿Cómo pudo
hombre alguno imponer tal carga a Tu cuerpo rasgado y sangriento, Señor Jesús?
Cada movimiento de la cruz introdujo las espinas más profundamente en Tu
cabeza. ¿Cómo pudiste evitar que el odio brotara en Tu Corazón? ¿Cómo la
injusticia de todo esto no alteró Tu paz? La voluntad del Padre fue dura
contigo, ¿por qué me quejo cuando es severa conmigo?
Veo la
injusticia y me frustra y cuando mis planes para aliviarla parecen vanos, me
desespero. Cuando veo que aquellos cargados con la pobreza sufren aún más y la
cruz se agrega a otra cruz, mi corazón está lejos de la serenidad. No logro ver
la dignidad de la cruz cuando se carga con amor. Preferiría mucho más estar sin
ella.
Mi pensamiento
mundano es que el sufrimiento, como el alimento, debería ser compartido
igualmente. Qué ridículo soy, querido Señor. Así como todos no necesitamos la
misma cantidad de alimento material, tampoco necesitamos la misma cantidad de
alimento espiritual, y eso es la cruz en mi vida, alimento espiritual
proporcional a mis necesidades.
Amén.
Tercera Estación: Jesús cae por Primera Vez
Mi Jesús, a
veces pienso que, como Dios, habrías llevado Tu cruz sin tropezar, pero no fue
así. Caíste bajo su peso para mostrarme que Tú entiendes cuando yo caigo. ¿Es
el orgullo lo que me hace querer brillar hasta en el dolor? No te avergonzaste
de caer, de admitir que la cruz era pesada. Hay aquellos en el mundo a quienes
por mi orgullo no tolero, pues quiero que todos sean fuertes cuando yo aún, soy
débil. Me avergüenzo de admitir cualquier fracaso.
Si el Padre
permite fracasos en mi vida tal como permitió que Tú cayeras, debo saber
entonces que en aquel fracaso hay algo bueno que mi mente nunca comprenderá. No
debo preocuparme que los ojos de otros miren mis caídas. Más bien debo
levantarme hasta alcanzar aquella mano invisible y beber de aquella fuerza
invisible que está siempre a mi lado.
Jesús débil,
ayuda a todos los hombres que intentan ser buenos pero que su naturaleza se
opone a que caminen derecho por el angosto y estrecho camino de la vida. Levanta
sus cabezas para que vean la gloria que ha de venir más que la miseria del
momento presente.
Tu amor por mí
te dio la fuerza para levantarte de Tu caída. Mira a todos aquellos que el
mundo considera indignos servidores y dales el coraje para que se preocupen más
de cómo están delante de ti, más que de sus prójimos.
Amén.
Cuarta Estación: Jesús Encuentra a Su Madre Afligida
Mi Jesús, fue un
gran dolor para Ti, comprender que Tu dolor causaba tanta pena a María. Como el
Redentor, quisiste que ella compartiera Tu dolor por la humanidad. Cuándo
ustedes se miraron uno al otro en el sufrimiento indecible, ¿qué les dio a
ambos el coraje para continuar sin el menor alivio - sin la cólera de tal
injusticia?
Parece como que
Tú deseaste sufrir cada dolor para darme un ejemplo de cómo sufrir cuando sea
mi tiempo. Qué humillación para Ti cuando Tu madre Te vio en tal lastimoso
estado -débil, desvalido, a merced de hombres pecadores- "la santidad
expuesta al mal en todo lo horrible".
¿Cada momento de
aquel corto encuentro pareció una eternidad? Cuando yo veo tanto sufrimiento en
el mundo, hay veces que pienso que todo es desesperanza. Hay un elemento de
letargo en mis oraciones por la humanidad que dice "Yo rezaré, pero ¿qué
bien harán mis oraciones? El enfermo se pone más enfermo y el hambriento pasa
más hambre. "Pienso en aquella mirada entre Tú y María - la mirada que
dijo, "Dejemos esta miseria al Padre para la salvación de las almas. El
poder del Padre acoge nuestro dolor y frustración y renueva almas, los salva para
una vida nueva - una vida de alegría eterna, de felicidad eterna. Todo vale la
pena. "Dale perseverancia al enfermo para que pueda llevar la cruz de
frustración y agonía con amor y resignación para la salvación de otros.
Amén.
Quinta Estación:
Simón Ayuda a Jesús a cargar Su Cruz
Mi Jesús, Tus
atormentadores reclutaron a Simón de Cirene para ayudarte a cargar Tu cruz. Tu
humildad está fuera de mi comprensión. Tu poder mantuvo el universo entero y
aún permitiste a una de Tus criaturas ayudarte a llevar la cruz. Me imagino que
Simón estaba poco dispuesto a participar en Tu vergüenza. Él no tenía idea que
todo aquel que lo mirara y se burlara de él pasaría al olvido mientras que su
nombre pasaría a la historia y la eternidad como aquel que ayudó a su Dios en
su necesidad. ¿No es acaso así conmigo, querido Jesús? Incluso cuando de mala
gana llevo mi cruz como Simón, esto beneficia mi alma.
Si mantengo mis
ojos puestos en Ti y observo cómo sufriste, seré capaz de llevar mi cruz con
mayor fortaleza. ¿Intentabas decirle a todo aquel que sufre de prejuicios que
tenga coraje? ¿Simón fue un símbolo para todos los que son odiados debido a su
raza, color y credo?
Simón se
preguntó mientras cargaba sobre sus hombros, por qué él fue escogido para una
carga tan pesada y ahora él sabe. Ayúdame Jesús, a confiar en tu amorosa
Providencia mientras permites al sufrimiento tejerse dentro y fuera de mi vida.
Haz que comprenda que Tú lo miras y lo sostienes con cariño antes de que llegue
a mí. Tú me miras y me das la fuerza tal como lo hiciste con Simón. Cuando
entre a Tu Reino, Señor sabré como él, qué maravillas Tu Cruz ha logrado en mi
alma.
Amén.
Sexta Estación: Verónica Limpia el Rostro de Jesús.
¿Mi Jesús, dónde
estaban los cientos de personas cuyos cuerpos y almas fueron sanados por Ti?
¿Dónde estaban cuando necesitaste a alguien para darte algún alivio? La
ingratitud debe haber llegado sobre Tu corazón e hizo que la cruz fuera casi
imposible de llevar. Hay veces que yo también siento que mis esfuerzos para Tu
Reino son vanos y terminan en la nada. ¿Tus ojos vagaron por la muchedumbre
para el alivio de un sol justo- para un signo de compasión- para un signo de
pena?
Mi corazón se
emociona con una alegría triste cuando pienso en esa mujer, que se separa del
miedo y el respeto humano y te ofrece su fino velo para limpiar Tu Rostro lleno
de sangre. ¡Tu corazón lleno de cariño, ante el mínimo gesto de amor, imprimió
la Imagen de Tu Rostro golpeado sobre el! ¿Cómo pudiste completamente olvidarte
de ti mismo y recompensar un acto de bondad tan pequeño?
Debo admitir,
que he estado entre los que tuvieron miedo de conocerte más que como aquellos
que son como Verónica. A Ella no le importó si el mundo entero sabía que ella
te amaba. Desilusionado Jesús, dame esa calidad de alma tan necesaria para
poder atestiguar, para extender Tu Palabra - para decirle a todos sobre Tu amor
por ellos. Envía a muchos a tu Viña para que la gente de todas las naciones
reciba las Buenas noticias. Imprime Tu Imagen Divina en mi alma y que el fino
velo de mi naturaleza humana busque llegar a ser semejante a Tu Espíritu.
Amén
Séptima Estación: Jesús cae por Segunda Vez.
Mi Jesús, una de
las más hermosas cualidades que la gente admiraba de Ti, era Tu fuerza en
tiempo de burla -tu capacidad de elevarte por encima de la ocasión. Pero ahora,
caes por segunda vez - al parecer conquistado en el dolor de la Cruz. La gente
que te juzga por apariencias cometió un error terrible. ¡Lo que parecía
debilidad era fortaleza sin par!
A menudo juzgo
por las apariencias y qué equivocado estoy la mayor parte del tiempo! El mundo
juzga siempre por este método de discernimiento fraudulento. Mira hacia los que
aparentemente han dado lo mejor y están ahora en la necesidad. Juzgan al pobre
como fracasado, al enfermo como inútil y al anciano como carga. ¡Qué equivocado
es este juicio a la luz de Tu segunda caída! Tu mejor momento fue el más débil.
Tu mayor triunfo estuvo en el fracaso.
Tu mayor acto de amor estaba en la
desolación. Tu mayor muestra de poder estaba en la más completa carencia de
fuerza que te lanzó a la tierra.
Jesús débil y
poderoso, dame la gracia de ver más allá de lo que es visible y estar más
alerta a Tu Sabiduría en medio de la debilidad. Dale al anciano, al enfermo, al
minusválido, al sordo y ciego el fruto de la alegría para que ellos alguna vez
puedan darse cuenta del regalo del Padre y vean la enorme diferencia entre lo
que el mundo ve y lo que el Padre ve. Que ellos den gloria en su debilidad para
que el poder de Dios pueda manifestarse.
Amén.
Octava Estación: Jesús Habla a las Mujeres
Mi Jesús, estoy
asombrado por Tu compasión por otros en momentos de necesidad. Cuando sufro,
tengo la tendencia de pensar sólo en mí pero Tú te olvidaste completamente de
Ti. Cuando viste a las mujeres santas llorar sobre Tus tormentos, las
consolaste y les enseñaste a mirar más profundamente Tu Pasión. Quisiste que
ellas entendieran que el mal verdadero para lamentarse fue el rechazo que
sufriste del pueblo escogido -el pueblo separado de cada nación, quien rechazó
aceptar al Hijo de Dios.
El acto de
Redención continuará y nadie será capaz de quitarte Tu dignidad como el Hijo de
Dios, pero el mal, la avaricia, los celos y la ambición en los corazones de los
que debieron haberte reconocido era el motivo real para llorar. El estar tan
cerca de Dios hizo al hombre ignorarlo. Ese fue el verdadero crimen.
Mi Jesús, temo
que yo haga lo mismo cuando filtro mosquitos y luego trago camellos -cuando veo
la astilla del ojo de mi hermano y olvido el palo en el mío. Es tal regalo
-este regalo de fe. Es una gracia tan sublime de poseer Tu propio Espíritu.
¿Por qué no he avanzado en la santidad de vida? Omito los muchos disfraces que
Tú asumes y veo sólo gente, circunstancias y acontecimientos humanos, no la
mano amorosa del Padre dirigiendo todas las cosas. Ayuda a todos los que están
desalentados, enfermos, solos, ancianos para reconocer Tu Presencia en nuestro
medio.
Amén.
Novena Estación: Jesús cae por Tercera Vez
Mi Jesús, hasta
con la ayuda de Simón caíste por tercera vez. ¿Me estarías diciendo que iban
haber veces en mi vida que caería una y otra vez a pesar de la ayuda de amigos
y de mis seres queridos? Hay veces que las cruces que Tú permites en mi vida
son más de lo que puedo llevar. Es como si todos los sufrimientos de una vida
entera de pronto son comprimidos en el momento presente y es más de lo que
puedo soportar.
Aunque le da
pena a mi corazón verte tan débil y desvalido, es un consuelo para mi alma
saber que Tú comprendes mis sufrimientos desde Tu propia experiencia. Tu amor
por mí te hizo querer experimentar cada tipo de dolor solamente para que yo
pueda tener alguien como ejemplo y coraje.
Cuando grito de
las profundidades de mi alma "Este sufrimiento es más de lo que puedo
llevar", Tú susurras "Sí, entiendo". Cuando estoy desalentado
después de muchas caídas, Tú me dices en la intimidad "Sigue adelante, Yo
sé cuán difícil es levantarse".
Hay muchas
personas que están duramente atadas en cuerpo y alma con el alcohol y debilidad
de las drogas que tratan y tratan y caen una y otra vez. Por la humillación de
esta tercera caída, dales el coraje y la perseverancia para tomar su cruz y
seguirte.
Amén.
Décima Estación: Jesús es Despojado de Sus Vestiduras
Parece que cada
paso al Calvario te trajo pura humillación, mi Jesús. Cómo Tu naturaleza
sensible retrocedió al ser desnudado ante la muchedumbre. Deseaste dejar esta
vida como habías entrado -completamente alejado de todas las comodidades de
este mundo. Quieres que yo sepa sin duda que me amaste con un amor
desinteresado. Tu amor por mí sólo Te causó pena y dolor. Lo diste todo y no
recibiste nada a cambio. ¿Por qué es tan difícil ser desprendido?
En tu mente
amorosa, querido Jesús, miraste al Padre mientras estuviste allí de pie, sobre
aquella colina ventosa, temblando de frío y de vergüenza y temblando de miedo,
le pediste tener compasión de los que violarían Tu pureza y harían del amor una
burla. ¿Pediste perdón para aquellos cuya avaricia los haría mentir, engañar,
robar por unas piezas de plata?
Perdónanos a
todos, querido Jesús. Mira al mundo con compasión, pues la humanidad ha perdido
su camino y los principios de este mundo hacen de la lujuria un juego divertido
y del lujo una necesidad. La separación se ha hecho otra dificultad para el
pobre y la obediencia es la falta del débil. Ten compasión de nosotros y
concede a la gente en este día el coraje para poder conocerse y la luz para
cambiar.
Amén.
Undécima Estación: Jesús es Clavado en la Cruz
Es difícil imaginar
a un Dios siendo clavado a una Cruz por Sus propias criaturas. ¡Y es incluso
más difícil para mi mente entender un amor que permitió que tal cosa pasara!
Mientras aquellos hombres metían los clavos pesados en Tus manos y pies,
querido Jesús, ¿ofreciste el dolor como reparación por alguna debilidad humana
y el pecado? ¿Fue el clavo de Tu mano derecha para los que pasan sus vidas en
la disipación y el aburrimiento?
¿Fue el clavo de
Tu mano izquierda en reparación por todas las almas consagradas que viven vidas
tibias? ¿Estirabas tus brazos para mostrarnos cuánto nos amas? Mientras
aquellos pies que anduvieron los calurosos y polvorientos caminos eran clavados
rápido, ¿sufrían un calambre mortal de dolor en reparación por todos los que
tan ágilmente controlan el amplio camino de pecado y la autoindulgencia?
Parece, querido
Jesús, que Tu amor ha sostenido tus manos y pies atados como Tu corazón suplica
por una respuesta de Amor. Pareces gritar desde la cima de la colina "los
amo -vengan a mí- vean, soy atado rápido - No puedo hacerles daño - sólo
ustedes pueden hacerme daño". Cuan duro puede ser el corazón que ve tal
amor y se da la vuelta. ¿No es verdad que también yo he dado la vuelta cuando
no acepté la Voluntad del Padre con amor? Enséñame a mantener mis brazos
abiertos al amor, al perdón y a estar dispuesto a servir -dispuesto a ser
herido antes que herir, alegre por amar sin ser correspondido.
Amén.
Duodécima Estación: Jesús Muere en la Cruz
¡Dios está
muerto! Aunque la tierra tembló y el sol mismo se ocultó, la muerte brotó y
María contempló todo aquel horror. Tu cuerpo humano entregó su alma a la
muerte, pero Tu Divinidad, querido Jesús, siguió manifestando su poder. Toda la
Creación se reveló mientras la Palabra hecha Carne se iba de este mundo. El hombre
era demasiado soberbio para ver y demasiado terco para comprender la verdad.
¡La Redención
había sido realizada! El hombre nunca más tendría una excusa para olvidar
cuanto lo amaste. El ladrón a Tu derecha vio algo que no podía explicar - vio a
un hombre sobre un leño y sabía que era Dios. Su necesidad lo hizo ver su
propia culpa y Tu inocencia. La Promesa de vida eterna hizo que las horas
restantes de su tortura fueran soportables.
Un simple ladrón
respondió a Tu amor con una profunda Fe, Esperanza y Amor. Él vio más de lo que
sus ojos captaban - sintió una Presencia inexplicable y a la cual no se
enfrentaría. Estaba necesitado y aceptó el camino que Dios había previsto para
ayudarlo.
Perdona nuestro
orgullo, amado Jesús, mientras pasamos horas especulando, días discutiendo y
toda una vida rechazando tu muerte, que es un sublime misterio. Ten piedad de
aquellos cuya inteligencia les conduce al orgullo, porque nunca sienten la
necesidad de acudir al Varón de Dolores en busca de consuelo.
Amén.
Decimotercera Estación: Jesús es Bajado de la Cruz
Mi Jesús, fue
con una profunda pena que María finalmente te tomó en sus brazos y vio todas
las heridas que el pecado te había infligido. María Magdalena vio tu cuerpo
caído con horror. Nicodemo, hombre tan lleno de respetos humanos, quien te vino
a ver de noche, de repente recibió el coraje para ayudar a José a bajarte de la
Cruz.
Una vez más eres rodeado por sólo unos seguidores. Cuando la soledad y el fracaso cruzan mi camino, déjame pensar en aquel solitario momento y aquel fracaso total - fracaso a los ojos de los hombres. ¡Qué equivocados estaban! ¡Qué erróneo su idea del éxito! El mayor acto de amor fue realizado en la desolación y la misión más exitosa, cumplida y terminada cuando todo parecía perdido. ¿No es esto cierto en mi vida, querido Jesús? Juzgo mis fracasos severamente. Exijo perfección en vez de santidad. Mi idea de éxito es absolutamente errada, responde a mis gustos.
Una vez más eres rodeado por sólo unos seguidores. Cuando la soledad y el fracaso cruzan mi camino, déjame pensar en aquel solitario momento y aquel fracaso total - fracaso a los ojos de los hombres. ¡Qué equivocados estaban! ¡Qué erróneo su idea del éxito! El mayor acto de amor fue realizado en la desolación y la misión más exitosa, cumplida y terminada cuando todo parecía perdido. ¿No es esto cierto en mi vida, querido Jesús? Juzgo mis fracasos severamente. Exijo perfección en vez de santidad. Mi idea de éxito es absolutamente errada, responde a mis gustos.
Concede a todos
los hombres la gracia de entender que cumplir tu Plan es más importante que
cualquier éxito. Si permites que fracase por mi bien, entonces enséñame como
usarlo para sacar ventaja de él. Déjame decir como alguna vez dijiste, que
cumplir la Voluntad del Padre es mi alimento. No dejes que los parámetros de
este mundo tomen posesión de mí o destruyan el bien que has preparado para mí:
ser santo y cumplir la Voluntad del Padre con gran amor. Déjame aceptar la
alabanza o la injuria, el éxito o el fracaso con igual serenidad.
Amén.
Decimocuarta Estación: Jesús es colocado en el Sepulcro
Mi Jesús, fuiste
colocado en una tumba ajena. Naciste sin ninguno de los bienes de este mundo y
moriste separado de todo. Cuando viniste al mundo los hombres dormían y los
ángeles cantaban, y ahora que te vas, la Creación hace silencio y sólo unos
cuantos lloran. Ambos acontecimientos fueron revestidos por la oscuridad. La
mayoría de nosotros vivimos y morimos conociendo y siendo conocidos por sólo
unos cuantos. ¿Nos querías decir, querido Jesús, lo importante que son nuestras
vidas sólo por cumplir el Plan del Padre?
¿Aprenderemos algún día la lección de humildad que nos hace estar alegres con quienes somos, con donde estamos y con lo que somos?
¿Aprenderemos algún día la lección de humildad que nos hace estar alegres con quienes somos, con donde estamos y con lo que somos?
¿Será nuestra fe
lo suficientemente fuerte para ver la fuerza en la debilidad y el bien en los
sufrimientos de nuestras vidas? ¿Será nuestra esperanza lo suficientemente
confiada como para esperar en tu Providencia, incluso cuando no tengamos donde
reclinar la cabeza? ¿Será nuestro Amor lo suficientemente fuerte para no
escandalizarse ante la Cruz?
Mi Jesús, haz
que mi alma descanse en tu Corazón como tu Cuerpo descansa solo en el sepulcro.
Deja que mi corazón sea como un fuego que te de calor. Deja que mis ganas de
conocerte y amarte sean como una antorcha que alumbre la oscuridad. Deja que mi
alma cante suavemente un himno de amor arrepentido mientras las horas pasan y
tu resurrección se acerca. ¡Deja que exulte, querido Jesús, con todos los
Ángeles en un himno de alabanza y acción de gracias por tan grande amor, por
tan grande Dios por tan grande día!
Amén.
Oración Final
Mi Jesús, he
transitado el Camino de la Cruz. Parece tan real y me siento tan avergonzado.
Me quejo por mis sufrimientos y obedecer el Plan del Padre me es difícil. Mi
mente, cegada por la pobreza, la enfermedad y el hambre, se torna codiciosa y
amarga en el mundo. Muchas personas inocentes sufren tan injustamente. Muchos
nacen con defectos mentales y físicos. ¿Acaso entendemos que Tú continúas
cargando tu Cruz en las mentes y cuerpos de cada ser humano? Ayúdame a ver el
Plan del Padre en cada ocasión de mi vida diaria. Esto es lo que hiciste, viste
el Plan del Padre en quienes te perseguían, en tus enemigos y en tu dolor.
Viste la belleza en la Cruz y la abrazaste como un tesoro deseado. Mi mente
mundana es oprimida por la injusticia y el sufrimiento y pierdo de vista la
gloria que está por venir. Ayúdame a confiar en el Padre y a comprender que hay
algo más grande detrás del sufrimiento más insignificante. Hay Alguien
levantando mi cruz para que encajen en mis hombros, la Sabiduría Divina está en
cada pequeña molestia que aqueja mi alma cada día. Enséñame las lecciones que
se esconden en mi Cruz, la sabiduría de la necesidad, la belleza de su variedad
y la fortaleza que acompaña la cruz más pequeña. Madre María, dame la gracia de
ser otro Jesús para mis hermanos
y para verlo a Él en ellos.
Amén.
Al copiar este articulo favor conservar o citar este link.
www.iterindeo.blogspot.com
Visitamos
Visitamos
No hay comentarios:
Publicar un comentario