"Si en medio de las adversidades
persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor".
Santa Teresa de Ávila
Bueno es que algunas veces nos sucedan
cosas adversas y contratiempos, porque suelen atraer al hombre a su interior
para que conociéndose desterrado, no ponga su esperanza en cosa alguna del
mundo.
Bueno es que padezcamos a veces contradicciones, y que
sientan de nosotros mal e imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena
intención.
Estas cosas de ordinario ayudan a la humildad, y nos
defienden de la vanagloria; porque entonces mejor buscamos a Dios por testigo
interior, cuando por defuera somos despreciados de los hombres y no nos dan
crédito.
Por eso debía uno afirmarse de tal manera en Dios, que no le fuese necesario buscar muchas consolaciones humanas.
Cuando el hombre
de buena voluntad es atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos,
entonces conoce tener de Dios mayor necesidad, experimentando que sin él no
puede nada bueno.
Entonces también
se entristece, gime y ruega por las miserias que padece.
Entonces le es molesta la vida larga, y desea llegue la
muerte para ser desatado de este cuerpo y unirse con Cristo.
Entonces también conoce que no puede haber en el mundo
seguridad perfecta, ni paz cumplida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario