...pertenece al rito Siriaco-Araméo que ha
heredado y guardado las tradiciones de las primitivas comunidades cristianas
de
Jerusalén y Antioquía.
Los maronitas se sienten orgullosos de pertenecer
al Patriarcado de Antioquía, cuyo rito y liturgia datan
de la época de los
Apóstoles.
Desde que los Apóstoles pasaron por Líbano en su camino a
Jerusalén , desde Antioquía y de regreso, fundaron la primera iglesia en
Líbano. Se dice, que El Apóstol Pedro, en persona, participó en la
cristianización del pueblo libanés.
Desde entonces, se mantienen fieles a la
primera predicación, incluso, en las campañas de persecución, que se remontan
al tiempo de los romanos.
El nombre de "Maronitas", tiene su origen en el
siglo IV, en el que vivió un famoso monje ermitaño llamado Marón, cuyos
discípulos fueron grandes defensores de la ortodoxia cristiana , y conocidos
también, por su virtud y sabiduría.
Para escapar de las continuas persecuciones y opresión de
los enemigos de la fe: paganos provenientes del Imperio Romano, tiempo después,
de la dominación Árabe y del Imperio Turco-Otomano. Los monjes, y numerosos
cristianos se refugiaron en Líbano, ocupando desde aquel entonces las
inaccesibles montañas, que con el tiempo llegaron a ser fecundas tierras de
labor, y vergeles llenos de árboles frutales y vides, todo, fruto del trabajo
organizado y duro .
Es indudable, que la nueva patria moldeó y pulió su
personalidad y carácter, convirtiéndolos en heraldos de la paz y la convivencia
fraterna, entre los pueblos de la tierra. Fueron trabajadores diligentes e
industriosos, que sacrificaron su vida por la unidad, la seguridad, la fe y el
amor por el rito antioqueño.
Por siglos sufrieron grandes pruebas, persecuciones,
servidumbre y muerte, sin embargo, gracias a la perseverancia y santidad de los
monjes, pudieron conservar la verdadera fe, ofreciendo a las generaciones que
les sucedieron un espíritu de libertad que les preservó de ser asimilados por
el Islam.
Los Maronitas fueron líderes en muchos ramos de la cultura y
la ciencia como: teología, filosofía, poesía, literatura, arquitectura, pintura
y artes.
Fueron los primeros en introducir la imprenta, publicando los primeros
libros en medio-oriente, además de ser pioneros en la educación primaria y
superior, gracias al empeño de los patriarcas y sobre todo de los monjes.
Hoy el pueblo maronita se encuentra extendido por el mundo,
su presencia y su voluntad de independencia y conservación del patrimonio
territorial y cultural, que les es propio, testifican su calidad espiritual, su
piedad y su libertad, que les ha conservado íntegros y a la vez en constante
progreso.
Son conocidos, como trabajadores incansables, devotos de su herencia y
de su amor a La Santísima Virgen.
Su ininterrumpida cadena de mártires, confesores y santos
como: San Marón, San Juan Marón y los contemporáneos, San Charbel, La Beata
Rebeca y el Honorable Padre Al-Hardini a quien el beato Juan Pablo II le concedio la beatificación, que tendrá verificativo el 10 de mayo de 1998, son
testigos de la fidelidad, lealtad, y fe al Evangelio como Palabra viva y
permanente de Dios.
Han defendido heroicamente su existencia en la libertad
dando ejemplo a otros pueblos de unidad y coherencia en su ideal, que es
esencialmente un mensaje de amor.
Muchos son los europeos y actualmente americanos que se han
sentido atraídos a la Montaña Libanesa, para vivir la experiencia del ascetismo
y espiritualidad propios de los maronitas.
El Pueblo Maronita lleva inherente su fe y sus tradiciones,
llevando, por este motivo, al mundo entero la suave fragancia de las virtudes
cristianas a la vida que les rodea.
Cada maronita debería sentirse orgulloso de su herencia y
conservar la memoria de sus antepasados, para seguir sus huellas y abrir así el
camino a las futuras generaciones para que conserven su cultura, unidad y
tradición.
Como Jesús mandó a sus Apóstoles para que fueran a
evangelizar todas las naciones e hicieran discípulos, la naciente Iglesia
creció y se extendió fuera de Jerusalén. Experimentó otras tradiciones,
culturas, costumbres, idiomas, formas de arte, arquitectura y música.
El
oriente y el occidente cristianos expresan las mismas verdades fundamentales de
su Fe católica en formas diversas, singulares
y con distintos adornos.
La
Iglesia no es lo mismo que un rito.
Dentro de la Iglesia católica existen 22
iglesias autónomas,
cada una de las cuales sigue su propio rito.
Todas tienen 3
elementos básicos: La Fe y el dogma Apostólico, Los misterios o Sacramentos y
la Unidad en torno al Papa.
Un rito es la liturgia única, la teología, la
espiritualidad
y el derecho, caracterizados por su propia
influencia cultural, lingüística y de tradición.
y el derecho, caracterizados por su propia
influencia cultural, lingüística y de tradición.
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