Orar sin cesar

 

Tú eres oración. Creo que la vida de cada hombre es una constante oración, en cuanto vive, hace, realiza y le acontece. Por muy difícil que sean ciertas situaciones, todo puede ser oración, si queremos nada se pierde. Todo se ha de convertir en oración, hagamos de la vida una auténtica oración.

Cuanto más nos acerquemos a Jesús, más nos pareceremos a El. Caminemos unidos en este camino de oración, junto a los grandes maestros de oración, los santos y los Padres de la Iglesia que nos ayudarán a ser “otros Cristos”.

Es mi gran deseo de que todos nos revistamos de Cristo. Todo es un aprendizaje, dejémonos guiar por El y que María nuestra madre, nos acompañe y enseñe a ser como Ella, un auténtica oración.