1. ¿Qué es el Apocalipsis? El Apocalipsis es el libro del misterio. Es el libro de la Biblia que parece tener muchas cosas escondidas y secretas, por lo cual despierta mucho interés y –más que todo- una gran curiosidad. Apocalipsis significa revelación. 2. ¿Cuándo se escribió el Apocalipsis? La mayoría está de acuerdo en fijar la fecha alrededor del año 95 dC., durante la persecución de Domiciano, cuando San Juan estaba desterrado en la Isla de Patmos, en el Mar Egeo, cerca de la costa de la hoy Turquía. 3. ¿Qué es lo que hay de escondido en este libro, el último de toda la Biblia? Si Apocalipsis = revelación. ¿qué nos quiere decir el Señor en esta revelación que hizo a San Juan para que este Apóstol la trasmitiera a la Iglesia? El Apocalipsis está repleto de imágenes. Y las imágenes son muy importantes. Pero hay que tener en cuenta que como se utiliza un lenguaje simbólico, las imágenes resultan misteriosas. 4. ¿Cómo funciona el lenguaje simbólico? Lo primero que hay que saber es que las imágenes no hay que tomarlas exactamente como se ven: son simbólicas, representan algo. Hay que tomarlas de manera parecida a como uno ve un semáforo rojo, las señales de tránsito, un aviso de no fumar, el signo de paz, etc. Por ejemplo, en Ap 5, 6 leemos que un Cordero estaba de pie, a pesar de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos.¿Significa esto que hay un cordero con siete ojos y siete cuernos? ¿O que Cristo, que ya sabemos es el Cordero, tiene en su cara siete ojos y siete cuernos? Pensar así es tomar las imágenes como una fotografía y no ver más allá de lo que éstas simbolizan. Hay que ver lo que significan los ojos, los cuernos, el número 7, etc. Además se nos dice que toma un libro: El Cordero se adelantó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono. (Ap 5, 7) ¿Cómo puede un cordero tomar un libro? ¿Será un cordero con manos? ¿Es que se sostiene en las patitas traseras y le salieron dedos en las delanteras? Como vemos, al tratar de interpretar las imágenes literalmente, éstas pierden todo sentido. No podemos dejar que nos suceda esto, pues en el simbolismo de las imágenes está la clave principal para poder descifrar el Apocalipsis. 5. ¿Cuáles son algunos de los simbolismos? Los colores tienen significado: Blanco: victoria, alegría, pureza. Negro: muerte. Rojo: sangre Los objetos también significan: Cuerno: fuerza, poder. Ojos: conocimiento, ciencia Cabeza: inteligencia. Sol: Divinidad. Diadema: soberanía.
Los números tienen su significado especial: Siete: plenitud Seis: imperfección (7-1=6) Doce: Pueblo de Dios (12 Tribus de Israel, 12 Apóstoles) Mil: una muchedumbre muy grande Dos: testimonio veraz
(Según la Ley de Moisés se necesitaban dos testigos con igual testimonio para que fuera considerado veraz el testimonio)
Hay combinaciones de números: 144.000=12x12x1000 = una muchedumbre inmensa Más detalladamente: 144.000=1000x12x12=una multitud muy grande de cada tribu de Israel y de los que vinieron después a través de la evangelización de los 12 Apóstoles. 24= 12x2 (12 tribus de Israel x 2 testimonio veraz) es la totalidad de la Iglesia: todos los Obispos de todas la Iglesias celebrando la Misa. Pueden haber varios símbolos para una misma persona: Una misma persona puede describirse con diferentes simbolismos, pues los símbolos refieren las funciones de esa persona. Por ejemplo: a Cristo se le ve como León y luego como Cordero. No hay contradicción, pues el simbolismo lo permite. 6. ¿Y qué significa el 666, que el Apocalipsis nos reta a descifrar? El que sea inteligente, que interprete la cifra de la bestia. Es la cifra de un ser humano, y su cifra es 666. (Ap 13, 18) 666 es lo máximo en imperfección (7 menos 1 x 3). En hebreo no hay la palabra mejor, ni el mejor. Sino que se dice: bueno, bueno bueno, bueno bueno bueno. Por eso aclamamos a Dios como Santo, Santo, Santo. 666: suele aplicarse a César Nerón. Puede aplicarse a Dioclesiano y otros emperadores también. Pero también Salomón recibe impuesto por 666 talentos de oro. (ver 1 Rey 10). Así se convirtió en rey injusto. 6º día. Si estamos en la vida sobrenatural estamos en el día 7º. Si caemos en pecado volvemos al día 6, en el cual fueron creadas las bestias. 7. ¿Tiene trama el Apocalipsis? Este es un problema adicional, pues vemos que a lo largo de la Biblia tenemos una historia con un argumento, una línea de acción, una trama, la cual comenzó con la creación del mundo en el Génesis y la hemos podido ir siguiendo a lo largo de toda la Biblia hasta llegar a los Hechos de los Apóstoles, cuando hemos podido apreciar cómo fue la actuación de la Iglesia durante el primer tiempo del Cristianismo. Pero, de repente, al llegar al final, en el último libro de la Biblia, parece que ya no hubiera trama. Para poder continuar la trama, hay una realidad que no podemos olvidar. Esta realidad es como el pegamento de todas las imágenes y símbolos del Apocalipsis. Y esa realidad es la Iglesia: la Iglesia que Cristo fundó, la Iglesia que comenzó a funcionar y se expandió a todo el mundo conocido. Esa Iglesia ha continuado a lo largo de la historia de la humanidad y continúa y continuará en el Cielo. El hilo de la trama en el Apocalipsis es la Iglesia. La Iglesia, entonces, está presente desde el principio hasta el fin en el Apocalipsis. Y si no tenemos esto en cuenta, el libro del misterio se hace aún más misterioso e imposible de descifrar y se cae, entonces, en exageraciones y malas interpretaciones. 8. ¿Dónde está la Iglesia en el texto del Apocalipsis? Está al comienzo, cuando la Voz indica a San Juan que debe escribir un mensaje a cada una de las siete Iglesias. Está en la mitad, pues la Mujer vestida de Sol, es la Santísima Virgen, pero también simboliza a la Iglesia. Está al final, en la Jerusalén Celestial que baja del Cielo. Y está a lo largo de todo el texto en una serie de detalles. Así que, al leer el Apocalipsis, todas las imágenes misteriosas, los números, la simbología, todo esto debe quedar en un segundo plano. Hay que ceder el primer plano a la Iglesia, y así vamos a poder entender mucho mejor este último libro de la Biblia, el cual es como un resumen y una conclusión de toda la Sagrada Escritura. 9. ¿Cuál es la finalidad del Apocalipsis? Es la iluminación de Dios sobre la peregrinación de la Iglesia en la historia, en medio de las fuerzas del mal. Es el gobierno de Dios a su Iglesia. El Apocalipsis nos muestra cómo conduce Dios a la Iglesia hasta el Cielo. Así, el Apocalipsis revela las persecuciones que ha tenido la Iglesia desde el comienzo y las que irá teniendo más adelante y hasta el fin. Y esta narración está hecha desde el punto de vista de Dios. No hay que buscar específicamente todas y cada una de las persecuciones que, durante la historia de la humanidad, ha estado y seguirá estando sometida la Iglesia, sino que, el uso de las imágenes y la simbología, permite que muchas persecuciones sean descritas con unas mismas imágenes y unos mismos símbolos. 10. ¿Qué nos anuncia el Apocalipsis? Lo que está anunciado en el Apocalipsis es un período de conflicto entre la Iglesia y la Bestia, que tendrá lugar hasta la Parusía. Los poderes del mal harán todo lo que les sea posible para suprimir a los testigos de la Iglesia, pero el éxito que alcancen matando cristianos se convertirá en una oportunidad para que los testigos de Cristo demuestren su fidelidad y se vaya haciendo posible la conversión de todas las naciones. Será una lucha a muerte entre la Bestia y la Iglesia, pero el Apocalipsis termina con un final que ya conocemos: Cristo triunfa y nosotros, sus seguidores, con El!!! Cuando llegue el fin, se da la venida de Cristo para reunir las naciones convertidas en su Reino definitivo y acabar así con toda oposición del Maligno. 11. ¿Cómo comienza el Apocalipsis? Al comienzo hay una salutación trinitaria: referencia a las tres Divinas Personas: Ap 1:
4. Reciban gracia y paz de parte de Aquél que es, que era y que viene, y de parte de los Siete Espíritus que están ante su trono,
5. y de parte de Cristo Jesús,
Hay una referencia a Cristo Resucitado: Ap 1:
5. Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra.
7. Miren, viene entre nubes; lo verán todos, incluso los que lo hirieron, y llorarán por su muerte todas las naciones de la tierra. Sí, así será.
Dios como Principio y Fin de todo: Ap 1:
8. Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, Aquél que es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Jesús el Alfa y el Omega, el principio y el fin de todo
Y luego San Juan explica cómo comenzó la visión: Ap 1:
9. Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las pruebas, el Reino y la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla de Patmos a causa de la Palabra de Dios y por haber proclamado a Jesús.
10. Se apoderó de mí el Espíritu el día del Señor y oí a mis espaldas una Voz que sonaba como trompeta:
11. «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete Iglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.» 12. ¿Por qué sucede esto un Domingo (el día del Señor)? Porque se le va a mostrar a Juan una Liturgia: la Liturgia Celestial que está sucediendo de manera perenne en el Cielo.
13. ¿Por qué le hablan de siete Iglesias y qué representan estas siete Iglesias? Cada una de esas siete Iglesias es lo que hoy llamamos Diócesis. Y pueda que Juan haya tenido a su cargo esas sietes Iglesias. Pero, interpretando el lenguaje simbólico, el número siete representa la plenitud. Es la plenitud de la Iglesia universal. 14. ¿Cómo continúa la visión? Ap 1:
12. Me volví para ver quién me hablaba. Detrás de mí había siete candeleros de oro,
13. y en medio de los candeleros vi como a un Hijo de Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y un cinturón de oro a la altura del pecho. Esta cita y otras del Apocalipsis recuerdan la profecía de Daniel: Dan 7:
13. Seguí contemplando la visión nocturna. En las nubes del cielo venía uno como Hijo de Hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia
14. A Él se le dio poder, honor y reino, y todos los pueblos y las naciones de todos los idiomas le sirvieron. Su poder es poder eterno y que nunca pasará; y su Reino jamás será destruido.
El hijo del Hombre entre siete candeleros y
siete estrellas en las manos
Los candeleros nos indican que estamos en un sitio de celebración litúrgica. Y ve a Cristo entre los candeleros, pues El es la figura central de la Liturgia Celestial. Recordemos que Cristo siempre se refirió a Sí mismo como Hijo del Hombre, término de Daniel para designar al Mesías. Pero los siete candeleros pueden significar también las siete Iglesias y/o la plenitud de la Iglesia universal. 15. ¿Qué nos dice el Apocalipsis de esa Liturgia Celestial? Sabemos que la Misa es la reactualización, es decir, el hacer presente en la tierra la Liturgia del Cielo. El Apocalipsis nos muestra un hilo litúrgico –por así decirlo- que une muchas imágenes del Apocalipsis para hacernos ver la Liturgia Celestial. El Apocalipsis nos muestra que la Misa se está celebrando perennemente en el Cielo.
El día Domingo: Ap 1:
10 Se apoderó de mí el Espíritu el día del Señor y oí a mis espaldas una Voz que sonaba como trompeta. Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote:
Ap 1:
13. y en medio de los candeleros vi como a un Hijo de Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y un cinturón de oro a la altura del pecho. El Apocalipsis nos muestra a Cristo Rey, entronizado en el Cielo, actuando como Sumo y Eterno Sacerdote en el Santo de los Santos. Y la Iglesia tiene todo esto en cada sitio donde se celebra la Santa Misa, que es la misma Liturgia Celestial realizada aquí en la tierra. Altar:
Ap 8:
3b. las oraciones de todos los Santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. Sacerdotes:
Ap 4:
4. Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza. Vestimentas:
Ap 1:
13. y en medio de los candeleros vi como a un Hijo de Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y un cinturón de oro a la altura del pecho.
Ap 4:
4. Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza. Candelabros:
Ap 1:
12b. Detrás de mí había siete candeleros de oro. Incienso:
Ap 8:
3. Otro Ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. A esta cita hace referencia la Plegaria Eucarística I: “Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos de tu Ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo al participar aquí de tu altar, seamos colmados de gracia y bendición”. La Hostia:
Ap 2:
17. Al vencedor le daré un maná misterioso. Gloria:
Ap 15:
3. Estos cantan el cántico de Moisés, servidor de Dios, y el cántico del Cordero: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios, Todopoderoso. Justicia y verdad guían tus pasos, oh Rey de las naciones.
4. ¿Quién no dará honor y gloria a tu Nombre, oh Señor? Tú solo eres Santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti, porque tus fallos se han dado a conocer. Aleluya:
Ap 19:
1. Después oí en el cielo algo como el canto de un inmenso gentío, que decía: ¡Aleluya!
3. Y volvieron a clamar: ¡Aleluya!
6. Y oí el ruido de una multitud inmensa, como el ruido del estruendo de las olas, como el fragor de fuertes truenos. Y decían: Aleluya. Ahora reina el Señor Dios, el Todopoderoso. Santo, Santo, Santo:
Ap 4:
8. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquél que era, que es y que viene. Cordero de Dios:
Ap 5:
6. Entonces vi esto: entre el trono con sus cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro ancianos un Cordero estaba de pie, a pesar de haber sido sacrificado. Música, cantos, perfumes:
Ap 5:
8. Los veinticuatro ancianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.
9. Y cantaban este cántico nuevo.
16. ¿Cómo describe a Cristo? Ap 1:
14. Su cabeza y sus cabellos son blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos parecen llamas de fuego. Los cabellos blancos indican la sabiduría del anciano. Cristo y Dios Padre al mismo nivel. Los ojos con llamas de fuego indican la intensidad de su mirada de Amor y también la llama que purifica. Ap 1:
15. Sus pies son como bronce pulido acrisolado en el horno; su voz resuena como estruendo de grandes olas. Simboliza la estabilidad de Cristo, la cual mantuvo aún en su Pasión. Su voz suena como grandes olas, pero anteriormente como trompeta. Ap 1:
16a. En su mano derecha tiene siete estrellas; Se refiere a los ángeles de las siete Iglesias: los siete Obispos de esas comunidades. Ángel significa mensajero, pero en el Apocalipsis no siempre se refiere a los espíritus puros, pues más adelante nos da el significado de las siete estrellas y de los siete candeleros: Escucha el significado de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias.» (Ap 1, 20) Ap 1:
16b. De su boca sale una espada aguda de doble filo Esto hace eco a la Carta a los Hebreos: En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos. (Heb 4, 12) Ap 1:
16c. Y su cara brilla como el sol cuando está en su máximo esplendor. Señal de divinidad. Tiene una visión de Cristo Resucitado que lo abruma a tal punto que siente que cae muerto a sus pies. Ap 1:
17. Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la mano derecha y me dijo: «No temas, soy Yo, el Primero y el Ultimo,
18. el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y de su reino. 17. ¿Qué instrucción recibe Juan después de estas imágenes y sonidos? Los Capítulos 2 y 3 tratan del mensaje que Juan debe escribir para las siete Iglesias: Ap 1:
11. «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete Iglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.» Eran Iglesias que ya eran cristianas, pero se habían desviado y debían arrepentirse. Continuaba la tendencia a la idolatría y ya había herejías amenazando a la Iglesia, sobre todo el gnosticismo (salvación por medio del conocimiento de secretos), mal también presente en nuestros días. Son siete ciudades históricas que existieron. Casi todas desaparecieron como ciudades cristianas, pues hoy son musulmanas. Quedó sólo Esmirna, que es la sede de un Obispo Católico actualmente.
Ruinas de la antigua Iglesia de Esmirna
Juan tiene que redactar lo que hoy en día es una Carta Pastoral, como la que los Obispos escriben de cuando en cuando a las personas que forman parte de sus respectivas Diócesis. Cada una de las cartas contiene una exigencia del cumplimiento de la Alianza: si cumplen, tendrán bendiciones, si incumplen, tendrán maldiciones. Contienen también un recordatorio de lo que están haciendo bien y lo que va mal. Luego hay un llamado al arrepentimiento y cada una finaliza con una amenaza y un premio, como los que leemos a continuación: Ap 2 :
7b. «Al vencedor le daré de comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios.»
11b. «El vencedor no tiene nada que temer de la segunda muerte.»
17b. «Al vencedor le daré un maná misterioso. Le daré también una piedra blanca con un nombre nuevo grabado en ella que sólo conoce el que lo recibe.» Ap 3
5. El vencedor vestirá de blanco. Nunca borraré su nombre del libro de la vida, sino que proclamaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles.
20. Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo.
21. Al vencedor lo sentaré junto a Mí en mi trono, del mismo modo que Yo, después de vencer, me senté junto a mi Padre en su trono. El foco del Apocalipsis es la Iglesia. Jesús quiere mantener su Iglesia pura y santa. Por eso nos llama al arrepentimiento y la conversión: Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. (Ap 3, 19) 18. ¿Qué significado práctico tiene esta frase con que termina cada una de las siete cartas "El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”? Que en cada una de esas cartas hay un mensaje muy importante para cada persona, para cada Diócesis, Parroquia o grupo eclesial y que ese mensaje es para todos los tiempos. De allí que puedan servir de pauta y de examen de conciencia cada una de estas cartas. Su contenido puede ser tema para reflexión personal y/o en grupos. Todas estas correcciones e invitaciones son también para nosotros hoy. El contenido de las siete cartas (llamados, correcciones, promesas, amenazas, etc.)se aplica hoy también a nuestras comunidades y muy especialmente a cada uno de nosotros en particular.
19. ¿Qué significa la piedrecita blanca que leemos en Ap 2, 17: "El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré maná escondido; y le daré también una piedrecita blanca, y, grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe.”? Lo de la piedrecita blanca es y seguirá siendo un enigma, pues es un regalo secreto. El nombre nuevo no puede ser cristiano, porque ya lo tenemos y todo el mundo lo sabe. Son varias las explicaciones de los exégetas, pero lo más importante pareciera ser que el nombre nuevo simboliza la nueva personalidad divina (como hijo/hija de Dios) del Vencedor. Pero eso pareciera no ser tan secreto: ya San Juan ha abundado en sus otros escritos sobre la filiación divina y el Magisterio de la Iglesia habla de esto con frecuencia, inclusive en las catequesis más elementales. Nada en el Apocalipsis es comprobable, pero el nombre nuevo pudiera ser adorador, adorador en espíritu y en verdad (Jn. 4, 23-24). La adoración es actitud íntima –por lo tanto secreta- por la que nos reconocemos hechura y propiedad de Dios, dependientes de El. Nadie se da cuenta: sólo el adorante y el Adorado. La Adoración suele manifestarse más bien en forma de oración en silencio, secreta. 20. ¿Qué sucede luego de las cartas? Ap 4:
1. Después de esto miré. Vi una puerta abierta en el Cielo y la Voz que antes había oído semejante a una trompeta me decía: «Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder enseguida.»
2. En ese mismo momento me tomó el Espíritu: vi un trono colocado en el Cielo, y Uno sentado en el trono. Al oír de nuevo la Voz que le había dado las instrucciones para las cartas Juan cae en éxtasis y enseguida es llevado al Trono Celestial. 21. ¿Quién está en el Trono? Dios. Pero … no nos dicen que es Dios. Nos dicen que Uno o Alguien está sentado en el trono. ¿Por qué? Juan está empezando la descripción del Cielo y a Dios nadie lo puede describir por un concepto. Uno o Alguien da la idea de la trascendencia de Dios. Ap 4:
3. El que estaba sentado parecía de jaspe y cornalina, y un arco iris de color esmeralda rodeaba al trono. Dios es Luz. Arco Iris hace referencia a la Alianza después del Diluvio. 22. ¿Quiénes rodean el Trono? Ap 4:
4. Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza.
24 ancianos rodean el trono
Los 24 Ancianos son Presbíteros (que es la palabra griega para ancianos). Es como una especie de senado celestial, representantes de la humanidad. Están vestidos de blanco que es el color de las vestimentas del Cielo. Comparten la realeza de Dios, pues están alrededor del Trono y tienen coronas en la cabeza. 23. ¿Qué sale del Trono? Ap 4:
5. Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Ante el trono arden siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios.
Del trono salen siete rayos, truenos y relámpagos
En la Teofanía (manifestación de Dios) del Sinaí, en el momento de la Alianza, también salían relámpagos y truenos . 24. ¿Qué son los Siete Espíritus de Dios? Los siete espíritus de Dios no son Ángeles. Es el Espíritu Santo. Siete Espíritus no son siete personas, sino la plenitud del Espíritu Santo, pues el número 7 indica plenitud y están en el Trono. De igual forma es mencionado el Espíritu Santo en Ap 1, 4: los siete espíritus que están ante su trono. 25. ¿Qué representará el lago delante del Trono? Ap 4:
6a. Un lago transparente como cristal se extiende delante del trono. Es el símbolo de la Santísima Virgen María, pues es la que está más cerca del Trono. La transparencia indica la Inmaculada Concepción. Y ella refleja Dios. 26. ¿Quién o quiénes son los Cuatro Seres Vivientes que ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor? Ap 4:
6b. Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás, ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor.
7. El primer Ser Viviente se parece a un león, el segundo a un toro, el tercero tiene un rostro como de hombre y el cuarto es como un águila en vuelo.
8. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquél que era, que es y que viene. Aunque para algunos los cuatro vivientes son la representación de los cuatro Evangelistas, la interpretación más coherente y teológica es otra. Dado que éstos cuatro seres están al mismo tiempo en el centro del trono (donde está Dios) y alrededor del trono (donde están las creaturas), representan a Jesús, quien está al mismo tiempo en el centro del trono -porque es Dios- y alrededor del trono -porque es Hombre. Adicionalmente, los cuatro seres vivientes dirigen la Liturgia Celestial. Ellos simbolizan cuatro aspectos de Jesús: León: venció el León de la Tribu de David; Novillo: fue ofrecido en sacrificio; Hombre: Hijo del Hombre; Águila: subió al Cielo. Esta interpretación es la de San Victorino y San Ambrosio.
Los cuatro seres vivientes
27. ¿Por qué los Cuatro Vivientes tienen siete cuernos y siete ojos? Siete significa plenitud. Cuerno significa poder. Ojos significa sabiduría. Simbolizan el Poder y la Sabiduría plenos de Dios. Los Cuatro Vivientes llenos de ojos simbolizan conocimiento perfecto. 28. Sin embargo ¿por qué los Cuatro Vivientes caen ante el Cordero? Ap 5:
8. Cuando lo tomó, los cuatro Seres Vivientes se postraron (cayeron) ante el Cordero. La palabra correcta no es postrarse sino caer. Esto no significa que adoren al Cordero, sino que se retiran para dar preponderancia al Cordero. Los Cuatro Vivientes representan a Jesús desde el punto de vista de la Creación. Luego dejan de mencionarse y queda el Cordero, que es Jesús desde el punto de vista de la Redención. 29. ¿Quiénes son los que sí se postran? Ap 4:
10. los veinticuatro ancianos se arrodillan ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono Los 24 ancianos representan al Pueblo de Dios fiel. Ap 5:
Los cuatro Seres Vivientes se postraron ante el Cordero. Lo mismo hicieron los veinticuatro ancianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. Los 24 ancianos se postran: signo de adoración. Todo lo que tienen viene de Dios, hasta lo más precioso que es la corona, reconocen que viene de Dios. Día y noche adoran a Dios sin cesar. 30. ¿Qué sucede entonces? Leer Ap 5, 1-14 El rollo está en la mano del Padre y hay un Ángel que proclama “quién puede abrir el rollo”. Y San Juan llora porque nadie lo puede abrir. Uno de los 24 ancianos lo consuela. Aquí en esta secuencia vemos la Comunión de los Santos: los Ángeles (Iglesia Triunfante), San Juan llora (Iglesia militante en la tierra), lo consuela el anciano (santo de la Iglesia Triunfante). El libro enrollado y cerrado con sellos representa los designios de Dios, su Plan de Salvación. Sólo puede abrirlo el Cordero: sólo Cristo (Dios) puede abrirlo porque ha muerto y nos ha redimido con su Sangre. Ap 5:
8. Los veinticuatro ancianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.
9. Y cantaban este cántico nuevo. La Liturgia (adoración) implica arte: música, cantos, perfumes. 31. ¿Qué sucede cuando el Cordero abre los sellos del libro enrollado que representa los designios de Dios? Cuando rompe los sellos suceden una serie de avisos en el mundo, que son calamidades o castigos para llamar a los hombres al arrepentimiento. 32. ¿Qué son los cuatro primeros sellos? Los cuatro primeros sellos son un grupo de cuatro caballos montados, los llamados los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Los cuatro jinetes
Ap 6:
2. Apareció un caballo blanco, el que lo montaba tenía un arco. Le dieron una corona, y partió como vencedor y para vencer.
3. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo Ser Viviente gritar: «Ven.» 33. ¿Quién es el Jinete del Caballo Blanco? (Ap. 6, 2) Algunos piensan que es un símbolo de la guerra. Pero hay otro caballo que simboliza la guerra. Este jinete no tiene efecto negativo como los otros tres. El color blanco es el color del cielo. La corona simboliza la victoria, la dignidad. Vemos coronas para la gente en el Cielo, tanto en el Apocalipsis, como en otras citas de la Biblia. Este Jinete salió vencedor y seguirá venciendo. Tiene arco y corona. Arco y corona también aparecen en el Salmo 20, el cual es un Salmo mesiánico que habla del futuro Rey Mesías. Esta profecía se cumple en Jesús. El Jinete del Caballo Blanco es Jesús, el Rey, el Mesías, el Vencedor. “Se le dio una corona, y salió como vencedor, y para seguir venciendo” (Ap. 6, 2). Es el mismo Vencedor de Ap. 5, 5: “Ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David.
El Jinete del caballo blanco
Más adelante, cuando la victoria de Cristo es más evidente, queda más claro que -por supuesto- El es el jinete en el Caballo Blanco: 34. ¿Quiénes son los otros tres Jinetes? El Jinete del Caballo Rojo: Ap 6:
4. Salió entonces otro caballo de color rojo fuego. Al que lo montaba se le ordenó que desterrara la paz de la tierra, y se le dio una gran espada para que los hombres se mataran unos a otros.
El jinete del caballo rojo
No es un personaje histórico. El color rojo representa la guerra. Y lo que se dice del jinete es claro: “Se le concedió quitar de la tierra la paz para que se mataran unos a otros”. El Jinete del Caballo Negro: Ap 6:
5. Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: «Ven.» Esta vez el caballo era negro y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
6. Entonces se escuchó una voz de en medio de los cuatro Seres que decía: «Una medida de trigo por una moneda de plata; tres medidas de cebada por una moneda también; ya no gastes el aceite y el vino.»
El jinete del caballo negro
Este jinete llama a clientes para comprar mercancías. Un denario equivale al salario de un día; lo que ofrece, entonces, es muy costoso. Representa el hambre, la carestía, la escasez. El Jinete del Caballo Verdoso: Ap 6:
8. Se presentó un caballo verdoso. Al que lo montaba lo llamaban Muerte, y detrás de él iba otro: el Mundo del Abismo. Se le dio poder para exterminar a la cuarta parte de los habitantes de la tierra por medio de la espada, el hambre, la peste y las fieras.
El jinete del caballo verde
El color es medio verde, medio gris, color de los cadáveres en descomposición. “El que lo montaba se llama Muerte”. “Abismo” es el lugar de los muertos. Representa la muerte por peste, epidemias, etc.: “mata con la espada, con el hambre, con la peste y con las fieras ”. 35. ¿Cuál es el Quinto Sello? Leer Ap 6, 9-11 La venganza cristiana es la conversión: el martirio de Esteban trajo la conversión de Saulo. El verdugo de Santa María Goretti estaba presente en su canonización, convertido. Ante la impaciencia, la respuesta de Dios es: paciencia. Habrá más mártires. No hay otro camino que el de la Cruz. 36. ¿Cuál es el Sexto Sello? No hay que pensar que esta imagen sea una imagen catastrófica igual. Sólo simboliza el día de la Justicia escatológica de Dios: se anuncia la venida del Señor y los habitantes de la tierra tienen pánico.Leer Ap 6, 12-17 37. ¿Y el Séptimo Sello? No se menciona. Permanece cerrado aún. Suspenso … 38. ¿De qué nos habla el siguiente Capítulo? Leer Ap 7, 1-4 Antes de que sobrevengan los castigos, primero hay que marcar con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios. 39. ¿Cuál es la marca en la frente? Es una señal de protección de los siervos de Dios. En Egipto fue la sangre de un cordero. Posteriormente, la marcación del resto de Israel la narra el Profeta Ezequiel: Ez 9:
4. y le dice: "Recorre Jerusalén, marca con una cruz en la frente a los hombres que se lamentan y que gimen por todas esas prácticas escandalosas que se realizan en esta ciudad". Esta marca en la frente es una alusión al Bautismo, ya que los 144.000 además están vistiendo vestiduras blancas y son llevados a los manantiales de las aguas de la vida (Ap 7, 17).
Una muchedumbre
40. ¿Realmente son 144.000? 144.000 es un número simbólico que significa una muchedumbre muy grande del Pueblo de Dios. 144.000=1000x12x12=una multitud muy grande de cada tribu de Israel y de los que vinieron después a través de la evangelización de los 12 Apóstoles. 41. Pero … hay una segunda muchedumbre. ¿Son dos grupos o es el mismo? Leer Ap 7, 9-15 El primer grupo de los 144.000 es el nuevo Pueblo de Israel: la Iglesia. Este primer grupo necesita protección. Este segundo grupo parece ya estar en el Cielo con vestiduras blancas gritando triunfantes ante el Trono de Dios día y noche.Son también los mártires que faltaban para que se completara el número de sus hermanos y compañeros de servicio, que iban a ser muertos como los primeros (Ap. 6, 11) 42. ¿Qué representan estos dos grupos? La Iglesia Militante aún en la tierra que aún no han pasado por la prueba, no han blanqueado sus vestiduras y necesitan ser marcados. La Iglesia Triunfante, los que vienen de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero (Ap 7, 14). Posteriormente vemos a éstos siguiendo al Jinete del Caballo Blanco (Jesús): Ap 19
14. Lo siguen los ejércitos del cielo en caballos blancos, vestidos con ropas de lino de radiante blancura.
Los ejércitos del Cielo siguen al Jinete
del Caballo Blanco
43. Luego hay un gran silencio en el Cielo … Suspenso … ¿Por qué? Porque ahora sí se va a abrir el séptimo sello. Ap 8:
1. Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se produjo en el Cielo un silencio como de media hora. Al abrir el Séptimo Sello vienen las 7 trompetas, que son el primer castigo para que la gente reaccione. Es para despertar a la gente. Son un llamado al arrepentimiento. El propósito es la conversión. Todo lo que leemos sobre las 7 trompetas sigue siendo lenguaje simbólico, por lo que no es conveniente ahondar sobre el significado y la forma de cada alegoría.Leer Ap 8, 2 y 6-13 Siguen las demás trompetas (Ap 9). Pareciera que todos estos castigos estuvieran dirigidos a hacer que los hombres se aparten de la idolatría. Y aunque algunos se purificaron, porque los vemos con sus vestiduras blancas en el Cielo, otros continúan y continuarán empedernidos en el pecado. Ap 9:
20. Pero los sobrevivientes, los que no fueron exterminados por estas plagas, no renunciaron a sus prácticas; continuaron adorando a los demonios, con esos ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera, que no pueden ver, oír, ni caminar.
21. No se arrepintieron de sus crímenes, ni de sus brujerías, ni de su inmoralidad sexual, ni de sus robos. 44. ¿Qué sucede después de la séptima trompeta? Ap 10:
7. Apenas se oiga el sonido de la trompeta del séptimo Ángel, se habrá cumplido el plan misterioso de Dios, tal como lo había hecho esperar por medio de sus siervos los profetas.» Pareciera esto una alusión a la salvación del mundo que había sido anunciada por los Profetas del Antiguo Testamento. El plan misterioso de Dios es que el Verbo se hizo Hombre. Leer Ap 10, 8-11 El librito contiene los acontecimientos que se refieren al anuncio del Evangelio de Cristo. Y en cuanto a que el librito era de sabor dulce en la boca y amargo en el estómago es una clara alusión a algo similar que sucedió a Ezequiel (Ez 3, 14). El llamado a la Evangelización es dulce, pero el trabajo es duro, a veces amargo: luego anda, vuélvete donde los desterrados, donde la gente de tu pueblo. Les hablarás y les dirás: ¡Así habla Yavé...! te escuchen o no" (Ez 3, 11). Parte de la amargura para Juan fue lo que se le pide en el siguiente versículo: «Tienes que profetizar de nuevo, amenazando a muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos.» La amargura también la vemos en Ezequiel cuando Dios le ordena: Leer Ez 3, 17-19 y 21 Es parte del trabajo de Evangelización: predicar la verdad, corregir al errado, remar contra la corriente, ser impopular, ser tachados de “fanáticos” por no seguir a las mayorías en su error (Ex 23, 2). 45. Y en cuanto a predicar la Verdad, la próxima escena son los dos Testigos. ¿Qué simbolizan los dos Testigos? ¿Qué relación tienen éstos con la Verdad? Según la Ley de Moisés para que un testimonio en un juicio fuera considerado veraz, se requería la declaración idéntica de dos testigos. El número 2 en lenguaje bíblico significa, entonces, testimonio verdadero. Así que estos dos testigos no designan a dos personajes históricos, como por ejemplo Moisés y Elías, o Elías y Enoch, o Pedro y Pablo, ni tampoco algunos otros personajes futuros. Se trata de un simbolismo que presenta a la Iglesia o a los miembros de la Iglesia dando testimonio de la Verdad, de Cristo. Los dos Testigos puede ser cualquier cristiano, conocido o no, canonizado o no, que sea fiel a Cristo y a su Iglesia, que dé testimonio de Cristo, de la Verdad, cuyo testimonio sirva para la conversión de otros. Leer Ap 11, 3-12 La ropa de penitencia indica arrepentimiento. Son llamados lámparas, porque su testimonio debe brillar como la luz. Igual que San Juan Bautista, que aunque no fuera él la luz, le tocaba dar testimonio de la luz (Jn 1, 8).
Dos testigos
O como nos pide Cristo que seamos nosotros: Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa (Mt 5, 15). La duración de su misión es de tres años y medio, que es lo mismo que 42 meses y que 1.260 días. Este tiempo fue la duración de la persecución de Antíoco Epifanes contra los judíos. Esta cantidad de tiempo es una referencia repetida más adelante en Apocalipsis: la persecución de la ciudad santa (Ap 11, 2), de la Mujer (Ap 12, 6) y de los insultos a Dios y a aquéllos que ya habitan en el Cielo (Ap 13, 6). Este período de tiempo podría significar un tiempo exacto, pero si nos adherimos al simbolismo, ese espacio de tiempo significa persecución. Y ya estaba en el Libro de Daniel el mismo simbolismo y el mismo tiempo: Dn 7:
25. Este rey insultará al Dios Altísimo y perseguirá a los santos del Dios Altísimo. Tratará de cambiar las fiestas y las leyes. Los santos serán entregados a su poder por un tiempo, y dos tiempos y mitad de un tiempo. Mientras están llevando a cabo su misión son invulnerables, pero cuando la terminan, igual que Cristo, mueren, resucitan y suben al Cielo. 46. ¿Qué efecto tiene el testimonio de los dos testigos? Enseguida de la imagen de los dos testigos se nos dice lo siguiente: Ap 11:
13. En ese momento se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil personas. Los supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo. Pareciera que los hombres que no se habían convertido con los castigos de las trompetas, se convierten con el testimonio de los dos testigos y después de este cataclismo. Pero no todos, pues 7.000 perecen en este terremoto. De éstos ya se nos habló en Ap 9, 20-21, que siguieron aferrados a la idolatría y otros pecados. Estos 7.000 pecadores empedernidos están en contraposición a otros 7.000 que sí fueron fieles porque nunca se plegaron a Baal en tiempo del Profeta Elías (1 Rey 19, 17-18). 47. ¿Cómo termina este capítulo? Se abre el Santuario de Dios y se ve el Arca de la Alianza. Y enseguida, el primer versículo del siguiente capítulo nos presenta a la Mujer!
La Ssma. Virgen María, Arca de la Nueva Alianza
Ap 11:
19. Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el Arca de la Alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada. La Santísima Virgen es el Arca de la Nueva Alianza, porque la antigua Arca contenía las Tablas de la Ley y ella nos ha dado el que es el cumplimiento de la Ley. El Arca contenía maná y Jesús es el Pan de Vida. El Arca contenía el cayado del Sacerdote Aaron y Jesús es el Sumo y Eterno Sacerdote que se ofrece a Sí mismo en la cruz por nuestros pecados. Leer Ap 12, 1 y 3-6 La Mujer da a luz a Cristo. La Mujer representa a la Santísima Virgen María y también a la Iglesia, porque María da a luz a Cristo y da a luz también al Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. Notemos que aquí hay una clara alusión a Gen 3, 15. Aparecen los mismos personajes: la Mujer, la descendencia de la Mujer y la Serpiente. Esta es la misma que engañó a Adán y Eva, sólo que en el Apocalipsis aparece con un atuendo más impresionante. Las siete cabezas simbolizan la multiplicidad de sus inventos mentirosos. Los cuernos son símbolos de poder, pero no es invencible.
La Mujer da a luz a Cristo y
al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia
La Mujer sufre dolores de parto, porque da a luz a todos nosotros que formamos parte de la Iglesia, y toda la historia es el doloroso alumbramiento de nuestra salvación. 48. ¿Por qué intercala aquí a San Miguel y sus Ángeles? Leer Ap 12, 7-12 Se nos presenta a San Miguel Arcángel y los Ángeles para mostrar que la Serpiente proviene del mundo angélico y que se ha rebelado contra Dios antes de su lucha contra Cristo y su Iglesia. Sabemos que con Satanás se va un tercio de los Ángeles (Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo … con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo. Ap 12, 3-4).
San Miguel Arcangel y los ángeles luchan
contra la serpiente
Vemos también que, si bien los ángeles rebeldes quedan vencidos, quedan con poder de atacar aún. 49. ¿Qué pretende hacer el Dragón a la Mujer? Leer Ap 12, 13-17 La Mujer se va al desierto con alas de águila, es decir, rápidamente. Y allí queda protegida, símbolo de protección de la Iglesia en tiempo de persecución, cuando está alimentada de la Palabra de Dios. Se revitaliza la antigua lucha del Demonio contra la Iglesia, pero se da por descontada su derrota definitiva.
50. ¿Por qué el Demonio no devora a la Mujer? Por un lado, cuando se refiere a la Santísima Virgen María, indica la pureza de la Inmaculada Concepción. Cuando se refiere a la Iglesia, indica la inviolabilidad de la Iglesia, cumpliéndose la promesa de Cristo al instituirla: las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (Mt 16, 18). El Dragón se dispone luego a atacar al resto de los hijos de la Mujer, pero la Mujer protege a sus hijos, que el demonio ataca. 51. ¿Qué podemos hacer nosotros? Los monstruos apocalípticos son una realidad que no podemos soslayar. Nos amenazan y tratan de destruirnos. Pretenden devorar a la Mujer y a su descendencia. De hecho, barren un tercio de las estrellas del cielo, que son los Ángeles. Son un verdadero poder. Su poder crece con la gente que van seduciendo. Ante estos ataques no hay chance de escapar: hay que ganar el combate espiritual que nos presenta la Bestia. Dios nos ha destinado a nosotros, su Iglesia, a ser la Esposa del Cordero. Pero no podemos reinar con El si no nos oponemos a las fuerzas del mal que nos atacan. Y tenemos toda la ayuda celestial para ello. No podemos dejarnos llevar por la corriente. No podemos ser como cadáveres, que como sabemos por experiencia, los arrastra la corriente. Nuestra fe debe ser fuerte. Hay que recibir los Sacramentos regularmente y de manera digna. El estudio de la Palabra de Dios y de la Fe es esencial. Nuestra oración debe ser asidua. El poder del Rosario es impresionante en la lucha contra las Bestias apocalípticas. Somos parte de un ejército poderoso: dos tercios de los Ángeles luchan a nuestro favor, aun mientras dormimos. Los Santos del Cielo también nos acompañan. Y lo mejor de todo: ya sabemos el final. Ganamos!!! La victoria es del Jinete del Caballo Blanco y de quienes lo siguen, vestidos de vestiduras blancas, las cuales han blanqueado en la Sangre del Cordero, es decir, en el sufrimiento, en la persecución, en el seguimiento de Cristo. A pesar de todas las persecuciones, las luchas, las oposiciones, las batallas, los sufrimientos, los ataques, a pesar de que pareciera que las Bestias del Apocalipsis estuvieran ganando, al final vence Dios y vencemos nosotros con Dios! Ap 2:
7. «Al vencedor le daré de comer del árbol de la vida,que está en el Paraíso de Dios.»
Ap 3:
5. El vencedor vestirá de blanco. Nunca borraré su nombre del libro de la vida, sino que proclamaré su nombre delante de mi Padre y de sus ángeles.
21. Al vencedor lo sentaré junto a Mí en mi trono, del mismo modo que Yo, después de vencer, me senté junto a mi Padre en su trono. 52. ¿Y los demás monstruos apocalípticos? Nos son presentados en el próximo capítulo. Ap 13:
1. Entonces vi una Bestia que sube del mar; tiene siete cabezas y diez cuernos, con diez coronas en los cuernos, y en las cabezas un título que ofende a Dios.
2. La bestia que vi se parecía a un leopardo, aunque sus patas eran como las de un oso y su boca como de un león. El dragón le entregó su poder y su trono con un imperio inmenso.
3. Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó. Entonces toda la tierra se maravilló, siguiendo a la bestia.
5. Se le concedió hablar en un tono altanero que desafiaba a Dios, y se le concedió ejercer su poder durante cuarenta y dos meses. Su descripción recuerda a las bestias monstruosas del Libro de Daniel: Leer Daniel 7, 2-8 Algunos ven en esta bestia del mar a los Emperadores Romanos, a cuyas pretensiones de divinidad y de ser tratados como dioses pueden referirse la mención al tono altanero que desafiaba a Dios. Pero lo más importante no es detenernos en la descripción de estos monstruos, sino ver la actitud de los hombres ante la Bestia del mar. Leer Ap 13, 4-8 El grito quién como la Bestia recuerda el significado del nombre de Miguel, "¿Quién como Dios?". San Miguel es el Arcángel que opuso al grito de batalla de Lucifer uno de amor y lealtad a Dios. En cuanto a los insultos de la Bestia del mar, notemos que son dirigidos no sólo contra Dios, sino también a los que moran en el Cielo, a los santos que han sido fieles a Dios. Los habitantes de la tierra es una expresión que no significa todos los hombres en general, sino que se refiere a los hombres terrenales, aquéllos que espiritualmente no han alzado su mirada al Cielo, sino que están atados a las cosas de este mundo. Por eso San Juan nos dice que no están inscritos en el Libro de la Vida (Ap 20), que veremos más adelante. Seguimos con las Bestias: Leer Ap 13, 11-15 La Bestia de la tierra está al servicio de la Bestia del mar. Su objetivo es llevar a los habitantes de la tierra a adorar a la Bestia del mar. Es capaz de hacer prodigios impresionantes para seducir a los habitantes de la tierra. Esto de los prodigios recuerda los anuncios ya hechos por el propio Cristo cuando habló del fin del mundo y sobre los cuales nos alertó con mucho énfasis: Mc 13:
22. Aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán señales y prodigios capaces de engañar incluso a los elegidos, si esto fuera posible.
23. Estén alerta, Yo se lo he advertido todo. Esta Bestia habla como un dragón, que es el diablo y que es mentiroso desde el principio y el inventor de la mentira (Jn 8, 44). Como el demonio imita o pretende imitar todo lo de Dios -pero en sentido contrario, podemos ver aquí una especie de Trinidad de Bestias: Así como el Padre comunica todo su poder al Hijo y lo hace sentar en su Trono, el Dragón le da su fuerza, su trono y un poder inmenso a la Bestia del mar. Esta parece estar herida de muerte, pero recupera la vida como Cristo al resucitar. Y así como el Espíritu Santo da testimonio de Jesús y guía a los hombres hacia El, la Bestia de la tierra lleva a los habitantes de la tierra a que adoren a la Bestia del mar. 53. ¿Cuál es y ha sido el empeño del Demonio? El ser adorado. Lo vemos desde las tentaciones de Jesús en el Desierto: Mt 4:
9. Y le dijo: «Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.»
10. Jesús le dijo: «Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios, y a El solo servirás.» Lc 4:
7. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.»
8. Jesús le replicó: «La Escritura dice: Adorarás al Señor tu Dios y a El sólo servirás.» Y nos lo anuncia este capítulo del Apocalipsis: el Demonio no quiere que los hombres adoren a Dios, sino pretende que lo adoren a él. Y sabemos cómo muchos han adorado y muchos, aún en nuestros días, adoran al Demonio. Basta ver la cantidad de sectas satánicas, de gente consagrada al Demonio y de las actuaciones del Demonio a través de algunas personas que son sus instrumentos. 54. ¿Qué otra parodia hacen las Bestias? Pretenden marcar a sus seguidores, igual que los seguidores del Cordero tiene su marca en la frente. Los seguidores del Cordero reciben la marca, pero dicha marca no les otorga ninguna ventaja económica. La de la Bestia es indispensable para comprar y vender. Ap 13:
16. Hace, pues, que todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se pongan una marca en la mano derecha o en la frente;
17. ya nadie podrá comprar o vender si no está marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre. ¡Vean quién es sabio!
18. El que sea inteligente, que interprete la cifra de la bestia. Es la cifra de un ser humano, y su cifra es 666. Termina, entonces, este capítulo de monstruos apocalípticos con el acertijo del número de la Bestia que ya hemos visto antes. 54. ¿Qué nos trae el siguiente Capítulo, el 14? Buenas noticias: el Cordero y los 144.000 en el Monte Sión. Leer Ap 14, 1-3 Y sigue una apología al celibato, a la virginidad: Ap 14:
4. Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos son como las primicias, pues han sido rescatados de entre los hombres para Dios y el Cordero.
5. En su boca no se encontró mentira: son intachables. Vemos aquí gran número de hombres célibes de conducta intachable. La virginidad masculina era algo inusual en la antigüedad y, luego de la Reforma, fue descartada por los protestantes: sólo la Iglesia Católica sigue proponiendo el celibato como una opción radical de seguimiento de Cristo. De allí que San Juan los destaque como un verdadero ejército. 56. ¿Qué sucederá a los que sigan a la Bestia? Ap 14:
9. Un tercer Ángel pasó después, clamando con voz fuerte: «Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y se deja marcar la frente o la mano,
10. tendrá que beber también el vino embriagante de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su enojo. Será atormentado con fuego y azufre ante los santos ángeles y ante el Cordero.»
11. No hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para quienes se dejan marcar con la marca de su nombre. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos. 57. Y ¿qué deben hacer los que quieren ser fieles? Ap 14:
12. Este es el tiempo de aguantar para los santos, para todos aquéllos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
13. Entonces oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe esto: Felices desde ahora los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan.»
14. Continuó la visión. Apareció una nube blanca y, sentado sobre la nube, uno como Hijo de Hombre, que llevaba una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
15. Salió del santuario otro Ángel clamando con potente voz al que estaba sentado en la nube: «Mete tu hoz y cosecha, porque ha llegado el tiempo de cosechar y la cosecha de la tierra está en su punto.»
Un Hijo de Hombre con una corona y
una hoz afilada en la mano
Clara alusión al Juicio Final que recuerda las palabras del Señor sobre el trigo y la cizaña: Mt 13:
30. Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: Corten primero las malas hierbas, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechen el trigo y guárdenlo en mis bodegas.» 57. ¿Qué castigos nos trae el próximo Capítulo, el 15? Vienen las copas. El anti-Cristo, las bestias, todo este mostrario demoníaco ha surgido para tratar de impedir el trabajo de salvación. Pero Dios con su justicia preventiva interviene con las copas y, gracias a éstas, la Iglesia resulta triunfante. Ap 15:
1. Vi luego en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete Ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, porque con ellas se consuma la cólera de Dios.
8. Entonces el Santuario se llenó de humo por estar allí la gloria de Dios y su poder, de modo que nadie podía entrar en él hasta que se consumaran las siete plagas de los siete Ángeles. Ap 16:
1. Y oí una voz potente que desde el Santuario gritaba a los siete Ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas del furor de Dios.»
2. Salió el primero, vació su copa sobre la tierra y se produjeron úlceras malignas y dolorosas en las personas que llevaban la marca de la bestia y se postraban ante su imagen. Y siguen luego el resto de las siete copas. Las siete copas son como una repetición de las trompetas. Las plagas de las trompetas son castigos, avisos, para que la gente reaccione. El propósito es la conversión. Las plagas de las copas son para golpear a los seguidores de la Bestia. Se cumple con las trompetas y las copas lo que está escrito en el Libro de la Sabiduría: Su amor celoso lo llevó a tomar las armas y moviliza al universo para castigar a sus enemigos (Sb 5, 17). Dios hace de la creación un arma contra sus enemigos para hacerles ver que se los castigaba por lo mismo que habían pecado. (Sb 11, 16) Los medios por los que los hombres pecan se convierten en medios para su castigo. Pero los mismos elementos que habían servido para castigar a sus enemigos se transformaban en benéficos para el pueblo santo. (Sb 11, 5) 59. ¿Cuándo tienen lugar las persecuciones que nos narra el Apocalipsis? Muchos historicistas han presentado una serie de opciones para las tribulaciones que nos narra el Apocalipsis: la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo (70 dC), la sanguinaria persecución de Nerón (64 dC), la de Domiciano (96 dC), la persecución de los primeros cristianos por los judíos en Jerusalén (50 a 60 dC). Todas estas opciones y muchas otras más son veraces, pero se quedan cortas, porque el Apocalipsis ofrece estímulo y consuelo a los cristianos que sufren algún tipo de persecución en cualquier momento de la historia. 60. ¿Qué significa Babilonia, la Gran Ciudad que cae? Leer Ap 16, 18-19 y Ap 14, 8
y Ap 17, 4-5 y 9-10 y 18 No se describe aquí específicamente o solamente la caída de Roma, sino sólo se anuncia la caída de una ciudad llamada Babilonia. Esto es simbólico y sirve para expresar la derrota total a cualquier potencia que se enfrente a Dios. Es importante destacar el significado de la ciudad prostituta, en la línea del simbolismo de todo el Apocalipsis, pues en círculos protestantes se pretende ver la Roma Católica –o sea, a la Iglesia Católica- en esta ciudad prostituta. Ante esa malintencionada interpretación hay varios argumentos opuestos: la ciudad de Jerusalén era también conocida en tiempo de Jesucristo como la “Ciudad de las Siete Colinas” y, adicionalmente, la Colina Vaticana no forma parte de las siete colinas de la ciudad de Roma. La caída de Babilonia más bien es representativa de cómo terminará la oposición a Dios por parte de los seres humanos. La parodia de esta ciudad satánica debe dar paso a la realidad divina: Babilonia debe caer para que pueda ser sustituida por la Nueva Jerusalén. 61. ¿Cómo es la parodia o imitación en negativo que hace el Demonio a través de Babilonia la Grande? . La Esposa del Cordero:
Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. (Ap 21, 2). Se acercó a mí uno de los siete ángeles de las siete copas llenas de las siete últimas plagas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar a la novia, a la esposa del Cordero.» (Ap 21, 9)
. La prostituta que fornica con los reyes de la tierra:
Entonces vino uno de los siete ángeles de las siete copas y me dijo: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la famosa prostituta que se sienta al borde de las grandes aguas; con ella pecaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su idolatría.» (Ap 17, 1-2) . Las naciones estarán bajo su luz que es la gloria de Dios:
A su luz caminarán las naciones, y los reyes de la tierra llevarán a ella sus riquezas. (Ap 21, 24)
. La corrupción de Babilonia y el engaño a las naciones:
Con el vino de su prostitución se han emborrachado todas las naciones; los reyes de la tierra pecaron con ella, y los comerciantes del mundo se hicieron ricos con ella, pues era buena para gastar.» (Ap 18, 3) 2. Sus juicios son verdaderos y justos, ha condenado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su inmoralidad y le ha hecho pagar la sangre de sus servidores. (Ap 19, 2) . Los reyes de la tierra obedientes y adorando a Dios:
Los reyes de la tierra llevarán a ella sus riquezas (Ap 21, 24)
. Babilonia gobierna a los reyes de la tierra:
Esa mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que reina sobre los reyes del mundo entero. (Ap 17, 18) . Impurezas, abominación y mentiras fuera:
Nada manchado entrará en ella, ni los que cometen maldad y mentira (Ap 21, 27)
. Abominaciones, impurezas y engaños de Babilonia:
Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas repugnantes, que eran las impurezas y la lujuria de la tierra entera …madre de las prostitutas y de los abominables ídolos del mundo entero. Ap 17, 4-5; y con tus hechicerías se extraviaron las naciones. (Ap 18, 23) . El Agua Viva y el Árbol de la Vida para salud de las naciones
Al que tenga sed Yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. (Ap 21, 6). Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones. (Ap 22, 1-2)
. El vino de Babilonia emborracha a las naciones:
Lo siguió otro ángel gritando: «Cayó, cayó Babilonia la grande, la prostituta que servía su vino capcioso a todas las naciones y las emborrachaba con su desatada prostitución.». (Ap 14, 8). Los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su idolatría. (Ap 17, 2). Con el vino de su prostitución se han emborrachado todas las naciones. (Ap 18, 3) . Vida y salud:
Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones. (Ap 22, 1-2)
. Sangre y matanza:
Y observé que la mujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús. (Ap 17, 6) En esta ciudad fue hallada sangre de profetas y santos, y de todos los que fueron degollados en la tierra. (Ap 18, 24) . El pueblo de Dios es llamado a entrar a la Nueva Jerusalén:
Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida, y se les abrirán las puertas de la ciudad. (Ap 22, 14)
. El pueblo de Dios es llamado para salir de Babilonia:
Oí otra voz que venía del cielo y decía: «Aléjate de ella, pueblo mío, no sea que te hagas cómplice de su maldad y tengas que compartir sus castigos. (Ap 18, 4) 62. Anuncio de triunfo y las Bodas del Cordero: El contraste entre las dos ciudades es notable: la Novia tiene las vestiduras de las buenas obras y la prostituta era la madre de todas las abominaciones. Sin embargo, sin saberlo, la prostituta tiene un papel importante, porque Dios usó la persecución que hizo a los santos para preparar a su Esposa, la Iglesia. Leer Ap 19, 5-9 Su esposa se ha engalanado da sentido de respuesta a las gracias que Dios ha dado: la han vestido de lino fino, deslumbrante de blancura -el lino son las buenas acciones de los santos. 63. El triunfo del Verbo de Dios: Leer Ap 19, 11-16 Durante el reino del Demonio y de la bestia, la tierra es presa de mentira y engaño. Al abrirse el Cielo aparece la Verdad misma, la Palabra de Dios que cabalga hacia la tierra. Es Cristo mismo con diferentes nombres, pero el más visible es Rey de reyes y Señor de señores. La espada con que hiere sale de su boca: su palabra de juicio. Sus ojos como llamas pertenecen al divino Juez que penetra verazmente y sin equivocación los corazones y las mentes. Por eso se llama Fiel y Veraz. El manto manchado de sangre recuerda que ha logrado su victoria a través de la muerte en la Cruz. Es la Palabra de Dios en persona. Ap 19:
9. Vi entonces a la Bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para combatir contra el que iba montado en el caballo blanco y contra su ejército.
20. Pero la bestia fue capturada y con ella el falso profeta que había realizado maravillas al servicio de la bestia, engañando con ellas a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su estatua. Los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre. 64. Los Mil Años: Como consecuencia de esta victoria sobre el engaño en la tierra, el Demonio mismo, inventor de toda mentira, es atado para que no engañe a las naciones. Ap 20:
1. Vi después a un Ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme.
2. Sujetó al monstruo, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años.
3. Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo. Una vez destruido su poder, el Demonio queda encadenado por mil años, durante los cuales Cristo reina con sus Mártires. Como hemos visto, el número mil indica un tiempo muy largo, y, más que largo, indeterminado. Estos mil años se refieren a toda la historia de la Iglesia desde su fundación, pasando por todas las persecuciones que ha tenido y sigue teniendo, hasta llegar a la persecución final que precederá el fin del mundo. Esta última será la más terrible lucha desencadenada por Satanás, que saldrá a seducir a todas las gentes de todas partes de la tierra. Esto termina con la intervención de Dios a favor de los santos y de la ciudad amada. Y Satanás será –por fin- arrojado definitivamente en el lago de fuego y azufre. Ap 20:
4. También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquéllos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías. Lo más importante del milenio no es calcular la duración del tiempo sino percatarse del triunfo de los mártires y santos. Aquéllos a quienes la Bestia mató son los que volvieron a la vida. Y aquéllos que se opusieron al gobierno de la Bestia son los que al final reinarán con el Mesías. Leer Ap 20, 7-10 65. ¿Qué nos dice el Catecismo sobre los 1.000 Años y sobre este tiempo final a que se refiere el Apocalipsis? La Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro, con una etapa especial previa de mil años como una herejía con el nombre de milenarismo. Vincula la segunda venida de Cristo a la conversión del pueblo de Israel: “La venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia (cf. Rm 11, 31), se vincula al reconocimiento del Mesías por "todo Israel" (Rm 11, 26; Mt 23, 39) del que "una parte está endurecida" (Rm 11, 25) en "la incredulidad" (Rm 11, 20) respecto a Jesús … La entrada de "la plenitud de los judíos" (Rm 11, 12) en la salvación mesiánica, a continuación de "la plenitud de los gentiles (Rm 11, 25; cf. Lc 21, 24), hará al pueblo de Dios "llegar a la plenitud de Cristo" (Ef 4, 13) en la cual "Dios será todo en nosotros" (1 Co 15, 28).” (CIC #674) Habla de la prueba final por la que deberá pasar la Iglesia, la cual denomina “el último desencadenamiento del mal”, aludiendo específicamente a este pasaje del Apocalipsis: Y cuando se terminen los mil años, Satanás será soltado de su prisión, saldrá a engañar a Gog y Magog, es decir, a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, una multitud tan numerosa como las arenas del mar (Ap 20, 7-8): La última prueba de la Iglesia “Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22). (CIC #675) Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839) (CIC #676) Habla del Juicio Final y de la Jerusalén Celestial como la Esposa del Cordero: La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última Pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y su Resurrección (cf. Ap 19, 1-9). El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia (cf. Ap 13, 8) en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal (cf. Ap 20, 7-10)que hará descender desde el cielo a su Esposa (cf. Ap 21, 2-4). El triunfo de Dios sobre la rebelión del mal tomará la forma de Juicio final (cf. Ap 20, 12) después de la última sacudida cósmica de este mundo que pasa (cf. 2 Pe 3, 12-13). (CIC #677) 66. El Juicio Final:
El Juicio Universal
(Miguel Angel- Capilla Sixtina) Llega el momento de la resurrección de los muertos y el Juicio Universal. Leer Ap 20, 11-15 La segunda muerte es la muerte eterna. El lago de fuego y azufre es el infierno de los condenados y del Demonio. 67. ¿Qué es el Libro de la Vida? ¿Qué significa estar inscrito en el Libro de la Vida? El Libro de la Vida aparece en varias citas del Apocalipsis. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el Libro de la Vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras. (Ap 20, 12) “El vencedor vestirá de blanco. Nunca borraré su nombre del Libro de la Vida, sino que proclamaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles” (Ap. 3, 5). Y la van a adorar todos los habitantes de la tierra, todos aquéllos cuyos nombres no están inscritos desde la creación del mundo en el libro de la vida del Cordero degollado. (Ap. 13, 8). La bestia que has visto era, pero ya no es. Sube del abismo, pero camina hacia su perdición. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue escrito en el libro de la vida desde la creación del mundo, se asombrarán al descubrir que la bestia era, pero ya no es y pasa pronto. (Ap. 17, 8). Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. (Ap. 20, 15). Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. (Ap. 21, 27). El Libro de la Vida se refiere a que Dios conoce con exactitud y sin equivocarse cuántos y cuáles son los seres humanos que se salvarán y quiénes se condenarán. Ahora bien, no por este conocimiento se condenan los que se condenan, sino porque así lo quisieron libremente. Es decir, la gente que se condena no se condena porque Dios lo sabe, sino porque escogieron libremente condenarse. El Libro de la Vida significa que los nombres de los salvados quedan, por así decirlo, como impresos en el conocimiento divino. Ese conocimiento de Dios por el que firmemente conoce quiénes se salvarán se llama Libro de la Vida. Dios no ha predestinado a nadie para la condenación. Todo lo contrario: nos ha destinado a todos para la salvación. Es lo que se llama en Teología “la Voluntad Salvífica Universal de Dios”. “Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven” (1 Tim. 2, 4).
"Dios nos eligió desde antes de la creación del mundo y determinó desde toda la eternidad que nosotros fuéramos sus hijos adoptivos” (Ef. 1, 4-5). Somos libres de aceptar o no, de ser salvos o no. En resumen, Dios predestina para el Cielo a los buenos, pero jamás predestina a los malos al Infierno. La condenación se da porque el pecador no se arrepiente de su pecado y persiste en esa actitud hasta el momento de su muerte. De allí que, tan pronto como en el año 855 en el Concilio III de Valence, la Iglesia haya proclamado: “Y no creemos que los malos se perdieron, porque no pudieron ser buenos, sino porque no quisieron ser buenos” 68. ¿Qué es la Nueva Jerusalén? La Jerusalén Celestial es la Iglesia del Cielo. San Juan la describe en los dos últimos capítulos el Apocalipsis. La Nueva Jerusalén surge luego de la resurrección de los muertos y el Juicio Universal. Ella es, entonces, el sitio donde mora el Pueblo de Dios glorificado. Ap 21:
2. Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. Bajar del Cielo no significa que sucederá una movilización así al final de los tiempos, sino que la Nueva Jerusalén viene de Dios y ella unirá el Cielo con la tierra. 69. ¿Cuánto mide la Jerusalén Celestial? Ap 21:
16. La ciudad es un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Midió la ciudad con la caña, y tenía doce mil estadios. Su longitud, anchura y altura son iguales. Si fuéramos a hacer una maqueta de esta ciudad, nos saldría un cubo. Curiosamente, el Santo de los Santos del Templo de Salomón tenía forma cúbica: El Lugar Santísimo, en lo más interior de la Casa, estaba destinado para recibir el Arca de la Alianza de Yavé; tenía diez metros de largo, diez de ancho y diez de alto, y estaba cubierto de oro fino. (1 Rey 6, 19-20) Sin embargo en las proporciones de la Nueva Jerusalén vemos nuevamente cómo funciona el simbolismo: significa que la ciudad tiene dimensiones perfectas. 70 . ¿Por qué el número 12 y múltiplos de 12? Ap 21:
12. Tenía una muralla grande y alta con doce puertas, y sobre las puertas doce Ángeles y nombres grabados, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel.
14. La muralla de la ciudad descansa sobre doce bases en las que están escritos los nombres de los doce Apóstoles del Cordero.
17. Midió después la muralla, y tenía ciento cuarenta y cuatro codos de altura. El número 12 tiene un sentido eclesiológico: Las 12 tribus de Israel (Antigua Alianza), los 12 Apóstoles (Nueva Alianza). Nótese que la ciudad está cimentada sobre 12 bases que son los 12 Apóstoles. Por eso San Pablo había escrito a los Efesios: Ef 2:
20. Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús.
21. En El se ajustan los diversos elementos, y la construcción se eleva hasta formar un templo santo en el Señor.
22. En El ustedes se van edificando hasta ser un santuario espiritual de Dios. 71. ¿Tiene semejanzas la Jerusalén Celestial con el Paraíso? En la Jerusalén Celestial hay un Río de Agua viva y muchos Árboles de la Vida, que son muy fructíferos. Juntos representan la alimentación y la bebida en la vida futura, la cual nos viene directamente de Dios. Ap 22:
1. Después el Ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero.
2. En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones. Gn 2:
9. Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, agradables a la vista y buenos para comer. El árbol de la Vida estaba en el jardín.
10. Del Edén salía un río que regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. Los materiales de la Jerusalén Celestial: También recuerdan el Paraíso, ya que está construida con piedras preciosas y metales de allí. Gn 2:
11. El primero se llama Pisón, y corre rodeando toda la tierra de Avila donde hay oro,
12. oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. Además la lista de las piedras preciosas son las que llevaba el pectoral del Sumo Sacerdote: Ex 28:
15. Un artista realizará el Pectoral de las Sentencias bajo tu dirección. Lo harás como el Efod de hilos de oro, de jacinto o azul celeste, de púrpura y de grana dos veces teñida, y de lino fino retorcido.
16. Será cuadrado y doble; tendrá de medida treinta centímetros, tanto a lo largo como a lo ancho.
17. Colocarás en él cuatro filas de piedras preciosas. En la primera estarán la piedra sárdica, el topacio y la esmeralda.
18. En la segunda estarán el carbucio, el zafiro y el jaspe;
19. en la tercera, el rubí, la ágata y la amatista;
20. en la cuarta, el crisólito, el ónix y el berilo. Estarán engastadas en oro.
21. Estas piedras llevarán los nombres de los hijos de Israel; doce nombres estarán grabados en ellas, según las doce tribus: en cada piedra, un nombre. Veamos los metales y las piedras preciosas en la Jerusalén Celestial: Ap 21:
18. La muralla está hecha con jaspe y la ciudad es de oro puro, como cristal.
19. Las bases de la muralla de la ciudad están adornadas con toda clase de piedras preciosas: la primera base es de jaspe; la segunda, es de zafiro; la tercera, de calcedonia; la cuarta de esmeralda;
20. la quinta, de sardónica; la sexta, de sardio; la séptima, de crisólito; la octava, de berilio; la novena, de topacio; la décima, de crisopraso; la undécima, de jacinto; la duodécima, de amatista.
21. Las doce puertas son doce perlas, cada puerta está hecha de una sola perla. La plaza de la ciudad está pavimentada con oro refinado, transparente como cristal. Ap 21:
11. (la ciudad) envuelta en la gloria de Dios. Resplandecía como piedra muy preciosa, con el color del jaspe cristalino. Las piedras preciosas y el oro y hasta las perlas (de color blanco, que es el color típico celestial), caracterizan a la Nueva Jerusalén como un templo adornado con materiales preciosos radiantes provenientes del Paraíso. Pero eso es nada al lado del brillo y el resplandor de la gloria de Dios y de aquélla que refleja su gloria de manera perfecta, es decir, la Santísima Virgen, representada en el lago cristalino que está frente al Trono: Una pileta transparente como cristal se extiende delante del trono (Ap 4, 6a). En realidad, lo que quiere expresar San Juan es que toda la ciudad con sus joyas radiantes y su oro traslúcido (Ap 21, 18) brilla con la gloria refleja de Dios mismo. El hilo fino que viste la Esposa del Cordero en preparación para su Boda representa las obras buenas de los santos (Ap 19, 7-8). Las joyas con que ha sido engalanada vienen de la gloria que le ha sido dada por Dios (Ap 21, 2). 72. ¿Una ciudad sin Templo? La Nueva Jerusalén no necesita Templo, es decir, un sitio específico donde resida la presencia de Dios, porque toda la ciudad está llena de la presencia de Dios. Es así como la ciudad se convierte ella misma en el Templo de Dios: todos los rincones de la ciudad contarán con la presencia directa e inmediata de Dios, que la ilumina con su gloria infinita. Ap 21:
2. No vi templo alguno en la ciudad, porque su templo es el Señor Dios, el Todopoderoso, y el Cordero.
23. La ciudad no necesita luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. La forma cúbica perfecta, que es la misma forma del Santo de los Santos, simboliza la asimilación de la Ciudad al Templo. Todo para decir que la Nueva Jerusalén es la presencia de Dios entre los hombres. 73. Balance perfecto entre la Voluntad de Dios y la libertad humana: Una de las características de la vida del mundo futuro en el Reino de Dios es que quedará borrada la distancia entre Aquél sentado en el Trono (Ap 4, 2) y el mundo sobre el cual reina. Su Reino es la morada de Dios con los hombres; Él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y Él será Dios-con-ellos (Ap 22, 3) y reinarán por los siglos para siempre (Ap 22, 5). 74. Pero … ¿sobre quién o quiénes van a reinar? No reinan sobre nadie, sino que participan del gobierno de Dios. En realidad es una imagen que expresa la reconciliación entre la Voluntad de Dios y la libertad humana. En la Voluntad de Dios encontraremos la plena satisfacción, porque su Voluntad se convierte espontáneamente en el único deseo de nuestro corazón. Se da, entonces, el balance perfecto entre nuestros deseos y la Voluntad Divina, al coincidir de manera perfecta la autonomía humana y la Voluntad de Dios. 75. ¿Cuándo viviremos los salvados en la Jerusalén Celestial ? Ap 22:
20. El que da fe de estas palabras dice: «Sí, vengo pronto.» Amén. Ven, Señor Jesús. ORACION
Gracias, Trinidad Santísima:
El que estás en el Trono y el Cordero,
y los Siete Espíritus de Dios
(el Espíritu Santo),
por las luces, mensajes y exhortaciones que nos das en el Apocalipsis.
Gracias porque nos muestras
que este libro último de la Biblia
no se trata sólo de monstruos y amenazas,
sino que es un mensaje
de esperanza y una guía
para nuestra vida personal y eclesial.
Gracias, Señor, porque nos das
la oportunidad de comprender
algunas cosas importantes
que ordenaste a San Juan
escribir en este libro.
Gracias por la Iglesia
que nos dejaste instituida
aquí en la tierra
y por la Iglesia Triunfante del Cielo
que nos muestra el Apocalipsis.
Gracias por tu Madre, nuestra Madre,
que aparece como el fiel reflejo tuyo
en el lago cristalino
y como la Mujer vestida de sol.
Gracias porque nos haces comprender
que nuestras Misas
son la reactualización
de la celebración Litúrgica del Cielo.
Gracias,
porque así podemos apreciar mejor
todo lo que nos das
en las Liturgias de la tierra.
Quiero, Señor,
estar contado en la muchedumbre
inmensa de los salvados,
quiero estar inscrito(a)
en el Libro de la Vida.
Quiero tomar parte
en el Banquete de Bodas del Cordero,
para vivir para siempre
en la Jerusalén Celestial,
que es tu regalo
para quienes perseveremos hasta el final.
Gracias porque nos das a entender
que esa ciudad eres Tú mismo,
porque es tu presencia eterna
entre los hombres.
Te esperamos pronto, Señor,
Ven, Señor Jesús.
Amén |
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