« ¿No eres tú el Cristo?
Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!»
Invoco al Espíritu Santo para que nos ilumine y
que estas palabras nos puedan servir para una profunda y humilde
reflexión.
Como pueblo de
Dios e Iglesia Santa, estas palabras también sean aplicadas a nuestras
vidas y logren un profundo cambio en
nuestra forma de pensar y actuar y sepamos elegir siempre el camino correcto a
seguir en el diario vivir en nuestras vidas.
«Te
aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.»
Los dos malhechores con que fue
crucificado nuestro señor Jesucristo son
Dimas, el buen ladrón a la derecha, y
Gestas que se encontraba a la izquierda, el cual era el mal Ladrón que le dijo a nuestro Señor,
«
¿No eres tú el Cristo?
Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!»
Se dice que el ladrón bueno Dimas, solo reconociendo a Jesús, con humildad absoluta, fue el primer Santo canonizado en vida
por nuestro Señor, Jesucristo de la historia.
El cual se celebra el 25 de
marzo según
la iglesia católica.
Solo por expresar públicamente
y ante nuestro señor Jesucristo desde
lo más profundo de su corazón y con sinceridad absoluta, cito nuevamente el
texto:
« ¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena?
Y nosotros con razón,
porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos;
En cambio éste nada malo ha hecho.»
Y decía:
«Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino»
Jesús le respondió:
«Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.»”
Todos los hombres en nuestra Vida, vivimos y somos como los dos ladrones.
También hemos obrado con miedo,
con irresponsabilidad en nuestras vidas, nos ha faltado la Fe.
Y
a un teniendo Fe, no la ponemos en
práctica como es debido.
Hoy
reflexionemos renovemos nuestra Fe en Jesucristo.
como
lo hizo el buen ladrón Dimas a pesar de sus pecados y debilidades.
Quiero que recordemos también
otro pasaje de los evangelios a los
cuatro amigos de un paralítico que al no
encontrar por donde llevarlo donde Jesús,
por que había mucha gente en la entrada, decidieron meterlo por el techo
para que nuestro Señor lo curara.
Cuando Jesús vio la fe
que tenían, le dijo al enfermo:
—Hijo mío, tus pecados
quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley que
estaban allí sentados, pensaron:
“¿Cómo se atreve este a
hablar así?
Sus palabras son una ofensa contra Dios.
Solo Dios puede
perdonar pecados.”
Pues voy a demostrarles
que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al
paralítico:
—A ti te digo,
levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El enfermo se levantó
en el acto, y tomando su camilla salió de allí.
Como buenos amigos, como buenos
hijos, como buenos padres, hermanos y vecinos, comprometámonos hoy a acercar a la
Iglesia alguien de nuestra familia, que
este enfermo en el alma y sufre en su
interior por la falta de Fe.
Por falta de creencia o
conocimiento en Dios. o simplemente por que no se comporta adecuadamente según lo
manda nuestro Señor.
Comprometámonos hoy en este
Viernes Santo en esta la casa del Señor, Arrepintiéndonos de corazón como Dimas el buen ladrón, de todas
nuestras faltas y pecados.
Nuestro Señor y Salvador vino
al mundo no para Juzgar al hombre si no para que todo el que crea en El, y siga
su camino se salve.
Digámonos desde nuestro interior y con sinceridad ahora todos y en silencio.
«Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.»
Podemos estar seguros que el siempre nos responderá
«Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.»
Cuando desobedecemos y hacemos nuestra propia
Voluntad y no la de Dios es cuando pecamos.
Nos dejamos tentar por los
ángeles caídos, por el Diablo que anda rondando a toda hora para no dejar al hombre acercarse a Dios
y que no seamos felices.
La
creación entera incluido el hombre se realizo por Amor de Dios y con
mandato del fiel cumplimento de las leyes universales de la creación que
están plasmadas en los 10 mandamientos.
Todo lo que se aparte del bien,
del Amor, va en contra de la
voluntad de nuestro creador.
Todos nosotros oramos y
repetimos a diario el Padre Nuestro la oración por excelencia enseñada por
nuestro Señor Jesucristo, en una de
sus partes dice: hágase tu Voluntad en
la tierra como en el cielo.
Que fácil es decirlo, que
difícil cumplirlo, lo que mas nos cuesta es cumplir la voluntad del
padre celestial, siempre hacemos nuestros caprichos nuestra propias ideas y
deseos y nuestras malas, inclinaciones, como el mal ladrón Gestas.
En muy pocas veces estamos dispuestos a sacrificarnos por
cumplir cabalmente la voluntad del padre celestial y siempre nos andamos justificando siempre ante Dios y los hombres.
El padre nuestro termina con
estas dos últimas frases:
Y no
nos dejes caer en la tentación y líbranos
De todo mal.
En el mundo existen lo material
y lo espiritual, nosotros los seres humanos pertenecemos a las dos, pero
existen otros seres solo espirituales que no poseen materia y que son solo
espíritu y se clasifican de forma sencilla en buenos y malos.
Los buenos pertenecen al
ejército de Dios y son sus ángeles.
Al igual existen los ángeles
malos, que también fueron creados por Dios y eran buenos.
Pero, que se revelaron al
principio de la creación en cabeza de uno y no quisieron, ni quieren cumplir la
voluntad de nuestro padre Dios ni las leyes que rigen toda la naturaleza creada
por Dios.
Como Dios es incapaz de obrar
el mal contra algún elemento material y espiritual de su creación por ello
Dios, dejo libre tanto al hombre y a los
espíritus o Ángeles malos, para que experimentaran
por su propio albedrío o por su propia cuenta, los resultados y las
consecuencias de sus actos tanto en lo material como en lo espiritual.
Muchas
de las situaciones malas que vivimos a
diario son el resultado de nuestras
propias y malas decisiones
tomadas en el pasado y no basadas en el amor de Dios y su Justicia para con
nosotros mismos y los demás.
Les
menciono nuevamente lo que le dijo el buen ladrón
a Gestas el mal ladrón.
Y tú, que sufres la misma pena, ¿no respetas a
Dios?
Lo nuestro es justo, pues recibimos la paga de nuestros delitos; éste en
cambio no ha cometido ningún crimen.
Por ello nuestros primeros
padres Adán y Eva se dejaron tentar
por los ángeles malos y ellos consintieron y cometieron el primer pecado de la
historia de la humanidad en la creación.
Que consiste en el No
cumplimiento de las leyes universales de la creación impartidas por Dios.
El Diablo tienta pero el hombre
consiente.
Si nosotros los hombres
rechazamos y no aceptamos la tentación, el mal no obrara o no se realizara en
nosotros y en la creación ni en los
demás y por lo tanto no habrá pecado.
Cuando no obramos de acuerdo a las leyes de Dios, y nos
dejamos tentar y consentimos es entonces
cuando pecamos somos como Gestas.
Todos nosotros tenemos esa inclinación al mal desde que
nacemos.
Primero, por nuestros primeros
padres adán y Eva según las escrituras.
Segundo, por nuestra propia
culpa, por falta de conocimiento de Dios, por debilidad e
inclinación o por voluntad propia de forma racional, conscientes que estamos
cometiendo o realizando algo indebido.
Tercero por la
tentación que a cada instante los Ángeles malos nos incitan o ponen para que
caigamos y nos apartemos de Dios y sus delicias que son la
felicidad y la Paz.
El hombre fue creado por Dios por Amor, fue
hecho a su imagen y semejanza, llevamos
sus mismos propósitos sus medidas su sello su aliento y su Gracia su Espíritu Santo
en nuestro interior.
Fuimos creados para ser
felices.
Dios, dejo
libre al Hombre para que escogiera por
su propia cuenta que camino seguir si
las leyes del Bien creadas por Dios, Ser felices.
O las leyes del mal insinuadas por el Diablo.
Ser
infelices e intranquilos.
Cuando cometemos pecado así
nadie nos juzgue o se de cuenta de ello siempre sentiremos en nuestro corazón
sentimientos de culpa, de tristeza, de arrepentimiento, de dolor siempre nos faltara algo.
El no cumplimiento de las leyes
de Dios de los 10 mandamientos nos apartan
de las gracias divinas que provienen de Dios.
Que son la felicidad el gozo y
la paz en nuestro interior
Y nos Impiden el
acercamiento a Dios pero seguimos siendo
hijos de Dios.
Y así seamos hijos de Dios ese espíritu santo que habita en nosotros
por ser hijos de Dios es el que nos
hace sentirnos culpables, tristes e infelices y reconocer nuestro pecado.
El remedio para no sentirnos mas así es muy sencillo y esta al alcance de todos
nosotros, como el buen ladrón.
Mostrar arrepentimiento, buscar pronto el
perdón con sinceridad absoluta y no es solo de forma personal e intima con Dios
si no a través del sacramento de la reconciliación o la confesión con un sacerdote de la iglesia
católica.
Estemos
seguros que allí nos esperara nuestro padre celestial con
los brazos abiertos para que recobremos
el aliento y las fuerzas y la tranquilidad y podamos pasar los momentos
difíciles de nuestra existencia con serenidad y claridad.
En
la cruz con el ejemplo de los dos
ladrones, nuestro Señor quiso enseñarnos
hasta el último momento que existen dos
modos de actuar, y dos modos de elegir
en nuestra vida.
Que si por alguna circunstancia
de debilidad, falta de conocimiento o de egoísmo o rebeldía escogemos el mal
camino.
Podemos estar seguros que hasta el último minuto de nuestra existencia
en esta vida material podemos renunciar, como el buen ladrón.
Pero debe existir desde lo mas
profundo de nuestro corazón un arrepentimiento humilde y reconocer nuestra
desobediencia y egoísmo y clamar a Dios pidiendo perdón, ayuda y misericordia, el
obrara como un padre amoroso, como lo es su esencia de padre.
«Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.»
Significa, el perdón de
nuestros pecados en la confesión es la
promesa de nuestro Señor de estar con El, en el paraíso.
El arrepentimiento público
que tuvo el buen ladrón de su debilidad. Es una confesión
Todos somos
pecadores todos tenemos algo de los dos ladrones, el bueno y el malo.
Como ser el Buen Ladrón, Muy sencillo, clamando pidiendo
ayuda a Dios, por medio de la Oración, por que el muy claro nos dijo nuestro Señor:
Mateo 26:41
“Velad y orad para que no entréis en tentación;
“Velad y orad para que no entréis en tentación;
El
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
La intención y el propósito del
Diablo es alejarnos y no dejarnos acercar a Dios ni que seamos felices en esta
Vida.
Podemos estar seguros que:
Dios, no estará nunca detrás
del hombre para mirar donde no cumple su mandato o Voluntad, mas bien esta
siempre enviándole las señales o avisos, (ayudas) "la Gracia" de cualquier forma para que retorne por su
propio voluntad a El.
Para un hijo de Dios, por
humilde que sea, o con conocimiento material o de Dios mismo, solo le
corresponde tratar por todos los medios cumplir con el mandato para lo cual fue
creado.
Solo lo lograra, cuando en
algún momento de su vida personal
se pregunte,
¿El
porque de la creación?
¿Cual
fue y será su fin?
¿Para
que me creo Dios?
¿Como
debo ser feliz según mis planes y los de Dios?
¿Por
que no soy Feliz?
El único objetivo de Dios al
crearnos fue, y será por siempre el que fuéramos Felices, durante toda
nuestra existencia, que disfrutáramos de las delicias de la creación misma, Someted la tierra (Gen. 1, 28).
Si hasta ahora no lo hemos
logrado. Será porque no hemos aceptado, o no hemos cumplido su voluntad sus
leyes.
Debemos empezar entonces por
aceptar en lo mas profundo de nuestro ser a Dios y toda su creación.
Después identificar sus
mandatos y las leyes universales de la creación, el Amor en toda la creación incluido al hombre mismo”
Y decidirnos a empezar por todos los medios lícitos posibles
a practicarlos en todos su sentido, cuando comencemos estaremos retornando poco
a poco a Dios.
Y en conclusión seremos
Felices.
No importa cuanto falte para
ello, para Dios no existe el tiempo, solo esta a la espera que por
voluntad propia como el Buen Ladrón, algún día de nuestra vida le
Digamos desde nuestro interior y con sinceridad absoluta.
Abad, Padre.
Aquí estoy hágase en mi según
tu Voluntad.
Como lo hizo nuestra querida madre.
La Virgen Santísima.
Debemos ser hombres y mujeres sencillos, espirituales,
trabajadores, e inquietos por pensar, hablar, actuar en base a la doctrina de
nuestro señor Jesucristo.
Que desde la cruz de nuestras
vidas como la de nuestro Señor
Jesucristo, se puede perdonar a los que nos ofenden
y comprenderlos como nuestro señor Jesús exclamo:
Padre perdónalos por que no
saben lo que hacen.
Que
deseando como el buen ladrón, un cambio de vida de
arrepentimiento y reconociendo al buen Jesús y sus mandatos y por consiguiente
al padre celestial y creyendo en la
recompensa de la vida eterna tendremos vida.
Si
nuestro señor Jesucristo, venció el mal,
por que nosotros con su promesa, con su ayuda, con la gracia y su
misericordia no lo podemos Vencer?
El hombre al buscar la
Felicidad por medios ilícitos materiales y por medios humanos y no
fundamentados en la ley primera de la creación que es el Amor no encontrara
la felicidad nunca.
Solo la hallara cuando desde su
interior con sinceridad clame al padre celestial que lo ayude.
Solo cuando el hombre de tiempos presentes y
futuros reconozca su maldad, su error, y la grandeza del creador y sus leyes
y clame con humildad pidiendo piedad y Justicia para el y la
humanidad.
Es entonces cuando El Amor total, dará la justicia y equidad,
esa igualdad quitara el sufrimiento de los pueblos, los hombres, y
Reinara la Paz absoluta en la creación entera.
Para
terminar quiero clamar a la Santísima Trinidad nos conceda a todos los habitantes del mundo, la Gracia del
Deseo de reconocernos fielmente
Hijos de Dios, pertenecientes a la única y real Iglesia Fundada por nuestro
señor Jesucristo por la sucesión de Pedro y los apóstoles, y no a iglesias fundadas por hombres con criterios de hombres.
Una humilde
Oración.
Oh
mi Señor, necesitamos mas que antes y ahora que todos los pueblos,
las naciones y los hombres te reconozcamos en Pensamientos, obras y Amor.
Oh
mi Señor, que tu Voluntad se cumpla y vuestro deseo
permanezca no el tiempo de los hombres si no en el tiempo establecido por tu
autoridad como Creador.
Oh
mi Señor, que la iluminación de las conciencias llegue a cada ser que
habita la tierra, que la palabra revelada y practicada sea como el sendero y el
camino que nos conduce a la Tierra Prometida.
Oh
mi Señor, nuestro anhelo como hoy y siempre debe ser poderte ver cara
a cara, como Padre Amoroso, que nos acojas en la morada Eterna y podamos
todos juntos gozar de la plenitud de tus dones.
Oh
mi Señor, no tengas en cuenta nuestras culpas si no el Amor que rige
tu esencia y la Misericordia Absoluta que Emanas, conforme a
ello, danos pronto la verdadera paz y Felicidad a nuestras almas ya sea en
esta vida presente o en la Eterna, como bien nos lo prometiste.
Amen.
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